Concentración
¿Ya está? Sí, ya está. Siendo precisos, aún no, aún quedan dos etapas para que Denis se lleve esta Vuelta. Pero salvo catástrofe nuclear, estallido de la Tercera Guerra Mundial o algún tipo de cataclismo similar, se me hace difícil pensar que pueda ocurrir lo contrario.
Denis va a ganar esta Vuelta, y sin duda que se lo merece. Lo diría de igual modo si fuese un rival y no un compañero -y, además, amigo. Ha demostrado que era el más fuerte de la carrera, y sólo por eso es justo que sea él el ganador. Como también lo es que Sastre sea el segundo. Esto aún no está tan claro, pues hoy tendrá que pelear con uñas y dientes para mantener su posición, pero es un puesto que de verdad se ha merecido. Porque ha sido el único corredor que ha luchado contra nosotros para ganar. Tanto él como su equipo han sido quienes más nos han inquietado desde aquel lejano día en Andorra en el que Denis alcanzó el liderato. Una apuesta valiente la de Sastre, todo o nada, que tendrá su premio de consolación con una plaza en el podio, ya sea a la derecha o a la izquierda de Denis.
Hoy me comentaba un lector en la salida que en esta Vuelta mis columnas habían cambiado ligeramente el estilo. Y yo le daba la razón, y le comentaba que había hecho más crónica que nunca, cosa que en realidad no es lo que me propongo. Porque para hacer crónica ya están otros, opino, pero para contar lo mío me basto yo mismo. Cierto es que quizá he tirado menos de imaginación. Lo que pasa es que desde que Denis se vistió de amarillo ha sido tanta la concentración que tenía en la propia carrera que luego eso salía reflejado a la hora de escribir.
Y es que, haciendo memoria, esta es mi 11ª participación en una gran Vuelta (la mitad que Chente, que me ha dicho que lleva 22), es la primera vez en la que he formado parte del equipo que al final se ha llevado la victoria (hace dos años, Denis ganó la Vuelta por descalificación de Heras, pero en carrera lo que defendíamos entonces era la segunda posición). Y el hecho de haber alcanzado el liderato en la primera semana ha hecho que en el equipo Rabobank hayamos tenido que apoyar a Denis durante muchos días. En muchas y variadas circunstancias. Y eso exige una concentración máxima por parte de todos. Y después de ese duro trabajo, ha llegado por fin el momento de disfrutar de los frutos. Para nosotros hoy es día de cosecha. Por eso estoy hoy tan contento. Primero por Denis, sin duda, pero después por mí, por mis compañeros que han dado lo mejor de sí mismos y por todos los integrantes del equipo.
Y esto es todo por ahora, pero vuelvo, que la carrera continúa para todos, incluido yo mismo. Aunque ahora mismo se me hace difícil creerlo, porque la sensación que me invade es otra: esto ya ha terminado.
