Lectores, autoridades... y muchos amigos

"Vivió y murió haciendo gala de una enorme sobriedad y así es su homenaje", señaló Iñaki Gabilondo sobre Jesús de Polanco al comenzar el homenaje. Y comparó la vida de Polanco con el viaje que hizo España desde el atraso social y económico hasta convertirse en la novena potencia mundial. El homenaje fue en efecto sobrio, pero incluyó momentos de especial emoción. Diego el Cigala, brillante representante de la música flamenca que tanto le gustaba a Jesús de Polaco, cantó con todo el alma el verso que dice: "Siento el dolor profundo de tu partida". Tras él, un cuarteto de cuerda interpretó música de Mozart.

En la pantalla instalada en el escenario de la sala Fernando de Rojas y en otra adyancente, habilitada para dar entrada al numeroso público, se vieron imágenes con algunos de los personajes con los que se cruzó y colaboró en su dilatada vida como los escritores Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, así como el ex presidente mexicano Vicente Fox.

A este acto asistieron decenas de representantes del mundo de la política, la cultura, la empresa o los medios de comunicación, además de multitud de ciudadanos anónimos que quisieron compartir este día con su familia y sus amigos.

Muchos políticos quisieron unirse al homenaje. Asistieron, además de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y seis ministros, el presidente del Congreso, Manuel Marín; el ex presidente de Castilla-La Mancha José Bono; el secretario de organización del PSOE, José Blanco; el eurodiputado socialista Enrique Barón, y el defensor del pueblo Enrique Múgica. También estuvieron presentes los portavoces del PNV en el Congreso y el Senado Josu Erkoreka e Iñaqui Anagasti.

Quisieron recordar también a Jesús de Polanco Enrique Iglesias, secretario general Iberoamericano; el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, y el nuncio, Manuel Monteiro de Castro.

El mundo de la cultura que acudió anoche al Círculo de Bellas Artes se convirtió en una auténtica metáfora que definía la personalidad de Jesús de Polanco, gran lector, apasionado por el arte, y al que se le veía a menudo en conciertos, algo en teatro y ballet y continuamente en la ópera. Además de responsables de políticas culturales, como Alicia Moreno o Carmen Calvo, compartieron emociones y complicidades en torno a Polanco nombres tan dispares como José Luis Gómez y Natalia Figueroa, Lina Morgan y Víctor Manuel, Raphael y Nuria Espert, Gonzalo Miró y Juan Eduardo Zúñiga, Carmen Posadas y Fernando Savater y otros como Manuel Vicent, Concha García Campoy, Rosa León, Francisco Rico y Fernando Carro, presidente de Clubs del Libro de Bertelsmann que venía desde Berlín.

"Cariñoso, irrepetible, valiente, le voy a recordar toda la vida", decía Gómez. "Desgraciadamente le traté poco, pero ¡le respeto tanto! a él y a su trayectoria profesional tan en sintonía con mi manera de pensar, era un mecenas de las cosas que amo y me interesan", apuntó Nuria Espert, a lo que su compañera Lina Morgan añadió: "Sentía una admiración increíble por él, una vez que le necesité no me falló, porque Jesús nunca fallaba a nadie". En similares términos se pronunció la escritora Carmen Posadas, mientras el escritor Zúñiga le calificaba de gran impulsor de una cultura vastísima a la que ahora gracias a personas como Polanco, teníamos acceso hoy. Raphael y Natalia declaraban en gananciales, que era de los hombres más representativos e importantes de la cultura contemporánea española.

Relevantes representantes del periodismo no quisieron faltar a este recuerdo. Desde el presidente de la Agencia Efe, Álex Grijelmo, al presidente de RTVE, Luis Fernández, pasando por Javier Moll, de Prensa Ibérica; Antonio Fernández Galiano, consejero delegado de Unidad Editorial; Santiago Ibarra, del Grupo Vocento; Blas Herrero, presidente del Grupo Kiss, y Ignacio Benito, director general de la Asociación Española de Editores de Diarios.

Junto a todos ellos también se pudo ver en el acto al presidente de Tele 5, Alejandro Echevarría; el periodista Luis Maria Ansón; el reportero cubano y uno de los últimos galardonados con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, Raúl Rivero.

También una nutrida representación del mundo de la economía acudió a este sentido homenaje. El ex ministro de Economía, Carlos Solchaga, y el presidente de Analistas Financieron, Emilio Ontiveros también destacaron tras el acto la valía de Jesús de Polanco.

No faltaron Miguel Martín, presidente de la patronal bancaria AEB; Francisco González, presidente del BBVA; Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto; y Ángel Ron, presidente del Banco Popular, quienes coincidieron en destacar la valía como empresario de Jesús de Polanco. También asistieron Emilio Ibarra, Juan Abelló, Juan José Toribio, Germán López Madrid, Alfonso Cortina, Luis Isasi, Petra Mateo, José Boada, Salvador Santos Campano, Francisco Ros, Luis Carlos Croisier, Javier Monzón. Junto a éstos estaban también Miguel Hermoso, Javier Montalvo, Rosalía de Mera, Juan Arena, José B. Terceiro, Paloma O'Shea y José Aristónico.

El ámbito judicial estuvo representado por el juez Baltasar Garzón y los prestigiosos abogados Antonio Garrigues, Matías Cortés, Santiago Martínez Lage y Bernardo Cremades. Antonio Garrigues destacó la valía del empresario fallecido y dijo que todos debemos aprender de su ejemplo como empresario y como persona.

Además, el mundo laboral estuvo representado por Cándido Méndez, secretario general de UGT,quien reconoció su admiración por el empresario fallecido. Asimismo parciparon en este homenaje sus grandes amigos y colaboradores Francisco González, Leopoldo Rodés y Plácido Arango, quienes se emocionaban cada vez que hablaban del empresario con el que tantos proyectos compartieron.

La música de Mozart interpretada por el cuarteto de cuerda Camerae de las Juventudes Musicales y las notas del álbum Lágrimas negras interpretado por Diego El Cigala pusieron el punto melancólico a este encuentro de amigos, compañeros, familiares y admiradores de Jesús de Polanco. "Se me olvidó que te olvidé, se me olvidó que te dejé, lejos, muy lejos de mi vida; se me olvidó que ya no estás, que ya no me recordarás y me volvió a sangrar la herida". La música flamenca, una de las pasiones de Jesús de Polanco, no podía faltar en un día de recuerdo a su carrera y su vida.