Los editores se quejan de su falta de protagonismo en la feria de Francfort
"Nos invitaron por tener un sector potente, no por una lengua", dice el presidente Antoni Comas
Los más de 140 actos que conforman el programa literario que ha confeccionado el Institut Ramon Llull (IRL) con miras a la Feria de Francfort y que ayer presentó el director del IRL, Josep Bargalló, tuvieron la ya clásica contrabalanza polémica que acompaña la presencia de la cultura catalana en la feria. Esta vez corrió a cargo del presidente del Gremio de Editores de Cataluña, Antoni Comas, que aseguró: "A los editores se nos ha secuestrado el protagonismo en Francfort". E insistió en que la falta de escritores en castellano en el evento "es un gran error para la política del sector del libro".
Comas, que no acudió al acto porque le enviaron la convocatoria "por e-mail 24 horas antes", aseguró ayer a este diario: "El sector se siente ninguneado: ni aparecemos en los medios públicos ni la Administración nos consulta". En su opinión, el peso del resto de las manifestaciones culturales y las destinadas a difundir la identidad catalana es excesivo, lo que contrasta con la escasa relevancia de su sector en la organización del evento. "Eso ya nos pasó en la Feria del Libro de Guadalajara cuando nos invitaron en 2004 y aquí nos volverá a pasar", sentenció.
Las declaraciones de Comas, algunas de las cuales las realizó a primera hora de la mañana en Els matins de TV-3, poco antes del acto organizado por el IRL en la Biblioteca de Cataluña, venían precedidas por la filtración el lunes de que había hecho llegar una carta a Bargalló en la que reclamaba conocer los actos de Francfort donde participan oficialmente los editores. "La iniciativa de la carta salió de la junta del gremio del pasado jueves y es una demostración de nuestro estado de ánimo", afirma.
A esa queja Comas añadió la de la ausencia de autores en lengua castellana, discurso que ya manifestó cuando se presentó oficialmente el programa catalán en Francfort, el pasado 13 de junio, un acto en el que estuvo presente. "Yo no sabía que en la lista definitiva de autores invitados por el Llull que se hizo público ese día no había ningún autor castellano", desvela Comas como una muestra más de la desinformación a la que, en su opinión, tiene sometidos a los editores la Administración catalana. "Aquí parece que nadie quiere acordarse de que no nos invitaron por una lengua, sino por tener una industria editorial potente. Esa política es un gran error para el sector del libro", opina.
Desasosiego protocolario
"La feria será un éxito para el país y también para el sector editorial; ya lo está siendo, y si desde fuera nos hacen caso, más nos valdría que desde aquí no tirásemos piedras contra nuestro popio tejado", contestó Bargalló durante el acto de presentación del programa literario, en el que se encontraban una treintena de escritores incluidos en el programa y a los que agradeció que hubieran aceptado, "en un país dado a polémicas extrañas que van y vienen y en las que vosotros estáis en medio", dijo.
Más explícitamente, el director del IRL dijo que, a pesar de no haber recibido aún la carta de Comas, compartía con él el "desasosiego" por la falta de un calendario protocolario definitivo, "pero eso depende de las autoridades", que prevé serán numerosas por la presencia significativa del consejeros de la Generalitat y por el interés en acudir al evento que ya han demostrado los ministros de Industria, Joan Clos, y de Cultura, Cesar Antonio Molina, amén de las autoridades alemanas, las andorranas y los diversos alcaldes de los territorios de habla catalana en Francia e Italia. "Eso lo complica todo, incluso a la hora de los parlamentos y la representación pública en los actos", apuntó ya acabado el acto Bargalló, lo que podría ser tomado como una sutil referencia a las inquietudes de Comas.
También asoció la polémica con el factor personal el presidente de la Associació d'Editors en Llengua Catalana, Lluis Pagès, que sí estuvo presente en el acto. "Las puertas del Llull siempre las hemos tenido abiertas; no tiene nada que ver con lo que ocurrió en Guadalajara: ya con el consejero Ferran Mascarell participamos mucho más. Creo que lo de Comas es más una postura del presidente que del gremio, quizá fruto de una falta de sintonía y comunicación entre ellos", sentenció Pagès, que se mostró muy optimista: "Tengo un hijo en Alemania que me dice que la expectativa es muy grande".
"Pagès estaba en la misma junta que yo el jueves y allí no dijo nada ni estuvo en contra de la carta. Quiero pensar que se ha despistado", contrapone Comas. El presidente del gremio rechaza que se trate de temas personales -"en el ámbito privado mantengo buenas relaciones con Bargalló"- y aseguró que con esas insinuaciones se desvía el problema. "Mi misión es reforzar la industria editorial de Cataluña y ahí tengo el apoyo de toda la junta y de la mayoría de los agremiados. Los que callan están a mi lado en esto", sentenció.
Lecturas, diálogos y ausencia de listas
- Las lecturas de clásicos y actuales traducidos al alemán ocupan buena parte del programa literario. Destacados: 'Tirant', 'Quanta, quanta guerra', de Rodoreda (quinta obra traducida), 'L'estiu de l'anglès', de Carme Riera (sexto libro) y 'Pedra de tartera', de Maria Barbal (40.000 vendidos desde marzo).
- Joan Francesc Mira-György Konrád y Baltasar Porcel-Antonio Lobo Antunes encabezan los grandes diálogos.
- Discurso inaugural de Quim Monzó ("tan simple como he podido y cómodo con lo quiero decir") y paso del testigo al nuevo invitado,Turquía, a cargo de Porcel.
- Jordi Pujol y Pasqual Maragall, en el simposio internacional 'Hacia una Europa abierta'.
- Infome del Llull y el PEN sobre la situación internacional de la traducción.
- Más de un centenar de autores, pero no se facilita lista. "Ya no hay lista: el discurso es el programa", dice Bargalló.
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