Montilla decide no compartir con Carod el protagonismo del debate de política general

No habrá reparto de papeles. El presidente de la Generalitat, José Montilla, asumirá todo el protagonismo en el debate de política general que se celebra la próxima semana como apertura del curso político. Montilla romperá así con el modelo instaurado por Pasqual Maragall, que otorgaba cierto protagonismo al primer consejero, a quien cedía un amplio turno de palabra para que detallara la gestión del Gobierno. De esta forma, el consejero de vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, sólo intervendrá si así lo requiere el desarrollo del debate, una facultad que pueden ejercer todos los consejeros.

Fuentes de los departamentos de Presidencia y de la Vicepresidencia confirmaron ayer que Carod no tiene previsto emular a su antecesor, Josep Bargalló. Éste fue el encargado, en la pasada legislatura, de exponer la acción de Gobierno en el debate de política general, mientras que el presidente, Pasqual Maragall, hacía hincapié en los asuntos de mayor calado político.

Ni en el departamento de Carod ni en Presidencia aportaron ayer una razón concreta que explique el porqué de la pérdida de protagonismo del número dos del Gobierno. Fuentes próximas al presidente de la Generalitat sí recordaron que el acuerdo de la Entesa reserva al presidente la gestión directa de un mayor número de asuntos que en la anterior legislatura. "El presidente está trabajando para que su intervención sea un repaso exhaustivo de todos los asuntos del Gobierno", añadieron estas fuentes.

¿Significa esto que Carod tendrá un papel puramente ornamental? No necesariamente. Desde Presidencia recuerdan que el número dos del Gobierno, como cualquier otro consejero, puede intervenir en el debate en el momento que considere oportuno, para responder a las críticas de la oposición o para aclarar asuntos que afecten directamente a su departamento. De hecho, y con la ley en la mano, Carod es hoy un consejero más del Ejecutivo. Su cargo como vicepresidente no ha sido formalizado, pues la reforma legal que lo permitirá todavía se está tramitando.

Con la decisión de que Montilla sea el único protagonista del debate, el presidente busca también enviar una señal de unidad que el Ejecutivo de Pasqual Maragall nunca logró transmitir.