Un golazo de Nihat aúpa al Villarreal

Un instante de inspiración del turco Nihat resolvió en el último momento el aburrido duelo entre un Villarreal plano y un Mallorca esforzado, pero falto de brillo. No les costó a los de Manuel Pellegrini hacerse con el control del juego, aunque conseguir que este dominio diera sus frutos fue otro cantar. En las botas de los castellonenses, el balón circulaba con excesiva lentitud y cada movimiento resultaba previsible: los jugadores se acababan agolpando frente al área balear, con dificultades para buscar las bandas. Guille Franco monopolizó el bagaje atacante del equipo durante el primer tiempo, que se resumió en varios disparos lejanos y un cabezazo que Moyà salvó bajo los palos.

Por su parte, Gregorio Manzano había planteado el partido disfrazando a su Mallorca de equipo visitante: desde el inicio, los rojillos se apuntaron descaradamente al contraataque más tosco y a Ibagaza le costó mucho enchufarse. Así las cosas, hasta el descanso las ocasiones sólo llegaron en forma de globos a la cabeza de Güiza y jugadas a balón parado, como una falta botada por Ibagaza que Víctor remató al palo.

Tras la reanudación, unos y otros se esforzaron en darle ritmo al asunto, aunque sólo hubo sensación de peligro en la recta final. El Mallorca se estiró sobre el campo, comenzó a rasear la pelota y se fue con ganas a por el gol. Estuvieron cerca Arango, con un lanzamiento desde la frontal, y especialmente Héctor, que se inventó un pase cuya trayectoria se fue cerrando hasta dar en el larguero de Viera.

Pero el paso adelante de los locales también permitió al Villarreal llegar con más comodidad. En ese punto de inflexión, fue clave la sustitución de Rossi por Nihat. Recién ingresado en el campo, el delantero turco se vio solo ante Moyà y desperdició su primera oportunidad. Pero no falló la segunda. A falta de ocho minutos, se afiló la diestra y diseñó un golazo de falta directa. Una forma impecable de estrenarse como goleador en el equipo amarillo y tal vez la única manera de romper un partido que se había convertido en un latazo insufrible.

Visto lo visto, quizás un empate final habría sido más justo. En todo caso, el juez de línea se encargó de evitar esa posibilidad, anulando en el descuento un gol de cabeza de Güiza por un fuera de juego inexistente. El jugador andaluz acabó a la greña con el hombre del banderín, que ya le había anulado otro tanto en la segunda parte y que acabó convertido en blanco de las iras de la afición. Bronca y sobredosis de tensión final para un partido ya de por sí cargante que sirvió para devolver la sonrisa al Villarreal tras la goleada sufrida hace dos semanas ante el Madrid.