"Nunca he pisado el rancho de Bush"

PERFIL. Con 62 años y dos nietos, muestra curiosidad intelectual, y se dice amante de la música, el cine, la lectura, las motos y los coches antiguos. Ha dejado de tener perro y pasear para no molestar a sus escoltas. Por ello anda en una cinta en casa, algo que encuentra "horrible". Cuando se retire quiere descansar y dedicarse a la investigación histórica.

Pregunta. Su posible nombramiento para presidir el comité militar de la OTAN, ¿le preocupa, le encanta, le parece una lotería?

Respuesta. Es un gran honor poder servir a España en la OTAN, y un oficio rodeado de dificultades, porque hay que conseguir el consenso de 26 países.

P. Dijo que, con Estados Unidos, "damos mucho y recibimos poco". No habrá vuelto a pisar el rancho de Bush.

R. Nunca he pisado el rancho de Bush, pero sí he pisado muchas veces los Estados Unidos desde entonces, y me han dispensado un cariño singular.

P. En un reciente libro, Bush reconoce que llora mucho. ¿Motivos tiene?

R. Yo creo que llorar es bueno. El hombre que se queda solo, y yo he sentido aquí la soledad, en las decisiones difíciles a veces llora.

P. ¿Cuándo ha llorado en este despacho?

R. Cada vez que un compañero pierde la vida en operaciones me produce una tristeza tremenda, y me cuesta recuperarme.

P. ¿En su infancia jugaba con tanques y misiles?

R. No, porque tenía muy poco dinero. Los niños de entonces teníamos una caja de cartón con una cuerda, que decíamos que era un camión.

P. Y leía Hazañas bélicas.

R. Leía Hazañas bélicas, El Capitán Trueno, y Roberto Alcázar y Pedrín.

P. ¿A qué ministro ha encontrado más marcial: a Bono o a Alonso?

R. Yo creo que el ministro Bono, que había sido alférez de la milicia universitaria, interiorizaba mucho la liturgia militar.

P. Usted, que es artillero, ¿se cree lo de Agustina de Aragón?

R. Sí me lo creo. Es un hecho histórico contrastable.

P. ¿Y se acuerda de santa Bárbara cuando truena?

R. Me acuerdo cada vez que tengo un problema o debo tomar una decisión. La tengo puesta en la pared y le pido consejo.

P. No me diga más: nuestros ejércitos están en manos de la santa.

R. Como el JEMAD no tiene un consejo como los jefes de Estado Mayor, pues yo me rodeo de otro tipo de consejeros, y entre ellos está santa Bárbara.

P. ¿Cuándo oye Soldadito español se pone como una moto?

R. No. Me emociono al pensar en lo que sufrían los soldados españoles de entonces, y ahora porque me pongo delante de los soldados de hoy.

P. ¿Es cierto que se liga más con uniforme?

R. Pues no lo sé [ríe]. Yo ligo poquísimo. Entre usted y yo: nada. Creo que en alguna época sí. Pero me temo que esas posibilidades no las da ya el uniforme.

P. ¿Debajo del uniforme tiene algún arma de destrucción masiva?

R. No. Yo debajo del uniforme tengo un corazón que intento utilizar no como arma de destrucción masiva, sino como forma de aproximación a las personas que me rodean.

P. ¿Usted hubiera retirado las tropas de Irak?

R. Son decisiones que no me corresponden. Pero hubiera aceptado a ojos cerrados cualquier decisión de mi Gobierno.

P. ¿España se rompe?

R. Yo creo que no.

P. Siendo de Cuenca, tampoco tendrá usted gran apretón autonómico.

R. Ninguno.

P. Lleva un diario desde hace 30 años. Si lo publicara, ¿temblaría el escalafón?

R. No, porque la mayor parte de las cuestiones son personales.

P. ¿Y qué pecados le cuenta?

R. Pues los poquitos que tengo. Con una vida entre mi casa y mi despacho, tampoco me da mucho tiempo para pecar.

P. Dice que en las películas americanas los suboficiales son más listos que los oficiales. ¿Y aquí?

R. Aquí el gran hallazgo de las Fuerzas Armadas después de la transición es el cuerpo de suboficiales. Es el mejor del mundo.

P. Siendo usted el que más manda, ¿quién le pone en primera posición de saludo, Majestad aparte?

R. El ministro y el presidente del Gobierno. Y me pone en primer tiempo de saludo la ley.

P. Cuenta que aprende del cine para su actividad diaria.

R. Voy al cine, como todos, a divertirme. Pero aprendo de la observación de los personajes. Y a veces tomo alguna nota al terminar.

P. ¿Cuál es su película bélica favorita?

R. Tengo dos grupos: el cine del Oeste clásico y la Segunda Guerra Mundial. En temas clásicos, El sargento negro. La he visto mil veces. Y de ahí sí que he aprendido. Seguida muy de cerca por Fort Apache.

P. Puesto a interpretar, ¿qué personaje le gustaría hacer?

R. Yo, Gary Cooper en Solo ante el peligro.

P. Sé que cuando tiene que viajar se pone de mal humor. Y mañana se va a México. No me mandará arrestar a la salida.

R. No sólo no la haré arrestar, sino que le agradezco que haya venido a conocer cómo es el JEMAD, poniendo por delante sus facetas personales, y no las oficiales.