Una alegría corta

Poco ha durado la alegría en los mercados. A tenor de cómo evolucionaban las Bolsas desde el martes, todo indicaba que la semana se iba a saldar con ganancias. Pero no se puede dar nada por supuesto en un contexto como el actual. La volatilidad y la incertidumbre imperan en los parqués. Nada les resta protagonismo.

Los pronósticos apuntan a que la Reserva Federal bajará los tipos de interés la semana que viene, incluso un 0,5%. La noticia de que el Banco de Inglaterra ha tenido que acudir en ayuda del banco Northern Rock se impuso. Los mercados volvieron a enfrentarse a todos los temores que ha traído consigo la crisis financiera de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos. Esta realidad les hizo olvidar los cierres positivos de Asia antes de comenzar la sesión. Y, de nuevo, se adentraron por una senda descendente que acabó con las alegrías alcistas de los últimos tres días.

El Ibex 35 volvió a liderar las pérdidas entre los índices selectivos europeos. Sólo un día se ha mantenido por encima de los 14.000 puntos. Ayer se dejó un 1,54% de su valor y acabó con 13.861 enteros.

Las constructoras y los bancos volvieron a pesar sobre el Ibex 35. Además, Telefónica no acudió al rescate como en jornadas precedentes. Los inversores prefirieron recoger los beneficios acumulados por la operadora durante la semana. Tampoco ayudó la apertura de Wall Street, con pérdidas moderadas al principio pese a que el déficit por cuenta corriente bajó durante el segundo trimestre.

El rojo fue el color dominante entre el resto de índices españoles. La mayoría superaron las pérdidas del Ibex 35. Les acaudilló el Nuevo Mercado que se dejó un 2,72%. Un dato que se justifica en buena medida por las caídas de Indra (-2,56%) y Abengoa (-2,63%), dos empresas cuyo peso en este índice se acerca al 60%.