El accidente de un camión lleno de explosivos causa más de 30 muertos
Al menos 37 muertos y cerca de 240 heridos, decenas de ellos de gravedad, es el saldo provisional del estallido de un camión cargado con unas 22 toneladas de explosivos en el norteño Estado mexicano de Coahuila. Entre las víctimas mortales se cuentan cuatro periodistas, los primeros en llegar al kilómetro 30 de la carretera Monclova-San Pedro, a cubrir el percance. La explosión ocurrió unos 40 minutos después de que el camión colisionara con una camioneta hacia las 21.30 del domingo (hora local de México). El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, dijo que el conductor del vehículo siniestrado alertó a la gente sobre el grave riesgo de un estallido y se dio a la fuga.
Un vecino de la región dijo a una radio local que "fue como si hubiera caído una bomba, desde muy lejos, donde me encontraba, se vio el fuego, se oyó el ruido, que me despertó". Las llamaradas que siguieron al estallido se alzaron decenas metros durante varios minutos, indicaron las autoridades. De momento se desconocen las causas del choque.
Una tremenda onda expansiva, que sembró muerte y destrucción en un círculo de unos cuatro kilómetros, sacudió la zona, en la que se encontraban los periodistas y varios socorristas, además de numerosos curiosos. "Vamos a tener que peinar el área y revisar si no hay más muertos o heridos", comentó el gobernador, en tanto que recuentos extraoficiales indicaban que habría unos 70 desaparecidos.
La mayoría de las víctimas son del poblado de Celemania, en tanto que los periodistas fallecidos fueron identificados como Miguel de la Paz y David Herrera, del periódico El Zócalo; Carlos Ballesteros, de El Tiempo y Andrés Ramírez del diario La Prensa. Máximo Alberto Neri López, oficial de la Policía Federal, informó de que son 37 los muertos. Las autoridades locales indicaron que hay unos 50 vehículos destruidos y 300 vecinos han sido evacuados. De acuerdo con Horacio de Hoyos, funcionario de la Procuraduría (Fiscalía) de Justicia del Estado, el camión siniestrado era propiedad de Orica Explosivos Mexicanos.
