Jane Wyman, actriz
Ganó un Oscar en 1949 y su fama creció con la serie de televisión 'Falcon Crest'
Sarah Jane Fulks nació en St. Joseph, Misuri, en 1914. Estudió en la Universidad de Misuri, trabajó como manicura y operadora telefónica, debutó cantando en la radio como Jane Durrell y decidió probar fortuna en Hollywood. Su carrera en el cine como Jane Wyman comenzó en la década de 1930
y abarcó desde Gold Diggers of 1937 hasta How to Commit Marriage, de 1969. Entre 1981 y 1990 interpretó a Angela Channing, la poderosa propietaria de un viñedo, en Falcon Crest.La televisión grabó su rostro en la memoria colectiva de medio planeta a través de la serie Falcon Crest, donde interpretó a la malévola cacique Angela Channing. Pero Jane Wyman, quien falleció ayer en Palm Springs (California) a los 93 años, fue mucho más que la protagonista de uno de los míticos culebrones estadounidenses de los ochenta. Su nombre no puede separarse de algunas de las películas más memorables de la edad de oro de Hollywood, como The lost weekend, de Billy Wilder, o Johnny Belinda, la película por la que finalmente obtuvo un Oscar en 1949 después de participar en 40 filmes.
La actriz, que nació como Jane Fulks y cambió su apellido por el de Durrell para después quedarse con el de Wyman, fue, además, la primera esposa del presidente Ronald Reagan, con el que se casó en 1940, antes de que éste transformara su vida de actor en la de político. No obstante, en su autobiografía, Reagan apenas le dedicó dos líneas a la mujer junto a la que concibió dos hijos y adoptó a un tercero. Tras su divorcio, ella dijo que la política se interpuso en su relación, pero una vez que Reagan se convirtió en presidente, Wyman mantuvo un discreto silencio sobre su ex, ya que consideraba de muy mal gusto -y, sin duda, se nota que eran otros tiempos- hablar en público de relaciones anteriores.
Jane Wyman tuvo que pelear para conseguir el reconocimiento de sus colegas de profesión. Consiguió abrirse paso en Hollywood en una época, los años treinta, en que la mayoría de los actores eran inmediatamente encasillados. Ella tardó casi veinte años en salir del papel de rubia atolondrada de películas de serie B y dar el salto a papeles de carga dramática como el de Belinda en Johnny Belinda, donde interpretaba a una sordomuda violada y humillada. A finales de los cuarenta ya era considerada una gran estrella, consiguió tres candidaturas al Oscar e incluso llegó a tener su propio show de televisión.
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