"Ya no nos sorprenderán"
Giannakis, único campeón de un Eurobasket como jugador y técnico, asegura que la presión "puede volverse contra España" ante Grecia
Desde hace dos años, Panagiotis Giannakis (Nikea, Grecia, 1959) es nombrado Hombre del año en su país superando en popularidad a políticos y personajes de la cultura. El seleccionador heleno, conocido como El Dragón, mantiene el carisma que le llevó a conseguir el récord mundial de partidos internacionales con una selección, más de 450, y a ser el único en el mundo que ha conseguido el oro en un Eurobasket como jugador (1987, en Atenas) y como técnico (2005, Belgrado). Su fama permaneció intacta pese a perder la final del pasado Mundial de Japón contra España, su rival de hoy. Señaladas como favoritas indiscutibles, ambas selecciones llegan a la cita como segundas de grupo y tras perder su último partido. El duelo llega antes de lo previsto. "Pero vamos por el buen camino. Los dos tenemos mucho talento y hemos conseguido crear una fuerte sensación de grupo", explica Giannakis tras el último entrenamiento de Grecia, ayer por la tarde en Madrid.
Casi los mismos jugadores de la final de Saitama se verán hoy de nuevo las caras. España repite plantilla, y en Grecia apenas falta Schortsianitis, baja por problemas físicos. "España tiene muchas estrellas. No puedo despreciar a ninguno de sus jugadores porque cualquiera puede decidir un partido. El año pasado nos sorprendieron en la final del Mundial, pero ahora ya no nos sorprenderán. Sabemos más cosas de ellos. Ningún rival nuestro dormirá tranquilo", asegura Giannakis, viejo conocido de Pepu Hernández. Hace unos meses, con motivo de la final de la Euroliga, el seleccionador español fue su invitado en Atenas para participar en un clínic de baloncesto. Antes se habían enfrentado en la final del Mundial.
Acostumbrado a manejar el entorno, Giannakis confía en aprovechar su condición de visitante. "España juega en casa, y eso puede ser peligroso. Puede parecer una ventaja, pero quién sabe, se les puede volver en contra y acusar la presión. A veces juega contra ti aunque estés en casa. La concentración será básica", afirma Giannakis. España lucha contra la maldición de los anfitriones en los seis últimos torneos. Desde Alemania, en 1993, nadie se cuelga el oro ante su público. En 1987 lo había logrado en Atenas la Grecia de Galis (37 puntos de media) y Giannakis. Hijos de aquella generación, el equipo heleno mantiene sus señas de identidad: mucha pelea y partidos de marcador bajo. Su defensa, la tercera mejor hasta ahora, sólo concede 64,6 puntos por encuentro. Una muralla para España, la mejor anotadora: 86,3 de media.
"El partido lo ganará el que controle el ritmo del juego y el rebote", advierte Giannakis, figura estelar en la selección. "Es casi la estrella del equipo, es más que un entrenador", cuenta un miembro de la expedición griega; "es muy exigente con todo, desde los horarios a las comidas. Pero lleva muy bien al grupo. Sin dejar de ser el que manda, transmite naturalidad".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.