Las protecciones de las subestaciones de Barcelona fallaron

El máximo responsable de Energía del Gobierno catalán, Antoni Castells, salió ayer a tranquilizar a los ciudadanos sobre la eventualidad de que se repita un apagón en Barcelona como el del pasado 23 de julio. Pero nada pudo concluir aún sobre las causas del incidente. El expediente abierto no estará terminado hasta "la segunda quincena de septiembre". Sí se sabe que, al menos en un caso, las protecciones de las subestaciones fallaron.

Castells pidió tiempo para "hacer las cosas bien" y dio a entender que de su investigación, paralela a la de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), se derivará "probablemente" un expediente sancionador.

De ella, hoy se saben tres cosas. Y sólo una arroja algo de luz: al menos en un caso, las protecciones no actuaron como debían en las subestaciones eléctricas implicadas en el incidente. La Generalitat no concretó en qué subestación pudieron fallar estos dispositivos de seguridad (si en Urgell, Maragall o Badalona). Sí dijo que en Collblanc sí funcionaron. Las subestaciones son de REE, pero de ellas también salen líneas de distribución de Fecsa Endesa.

Segundo. Sobre la caída del cable de Fecsa en Collblanc, la investigación se centra "en incidentes producidos en otras redes ajenas y en alguna causa propia", luego se duda de las perturbaciones previas en la red de REE y del mantenimiento del cable por Fecsa. Y tercero. Se sabe que pasaron 16 segundos desde que el cable cayó hasta el incendio en Maragall. Pero el hecho de que el cable se cayera primero no significa que fuera la causa del incendio, que causó el grueso del apagón.

La Generalitat también informó de que, al igual que en Collblanc, en el barrio Sant Andreu también un cable de 110 kilovoltios sobrevuela un parque de 220 kilovoltios. No incumple la normativa, pero no es recomendable.