_
_
_
_
Entrevista:JOSÉ MARÍA POU | Protagonista de 'Quart' (Antena 3)

"Dejo al personaje en el camerino, como un traje"

José María Pou (Barcelona, 1944) es un icono entre los actores españoles, coleccionista de galardones (entre los que se cuenta el prestigioso Premio Nacional de Teatro en 2006) y también uno de los artistas más respetados entre la profesión. Tras el éxito obtenido con la serie Policías regresa a televisión el próximo martes (22.00) con una nueva apuesta de Antena 3, Quart, libremente basada en La piel del tambor, de Arturo Pérez-Reverte; entretanto continúa de gira por España con La cabra, en la que por primera vez compagina en las tablas las labores de actor y director.

Pregunta. A usted se le considera un hombre de teatro, pero ha hecho mucha televisión y bastante cine. ¿Es usted más actor de un medio u otro?

Respuesta. De hecho, yo empecé trabajando en televisión, en Estudio 1, toda una escuela para los actores. A mí me mueven la historia y el personaje, el soporte me da igual. Aunque es cierto que cuando decidí dedicarme a esto sentía que ser actor era estar en el teatro, en el escenario. Sí, es mi hábitat natural. Pero, por ejemplo, acepté hacer Policías por el personaje, Ferrer; ahora, cuando leo en la prensa comentarios sobre lo duro y lo antipático que es el doctor House recuerdo que leía lo mismo de Ferrer.

P. Desde Policías no se le ha vuelto a ver por televisión. ¿No le han llegado ofertas?

R. Me llegaron muchísimas. Durante siete meses me ofrecieron de todo, pero las series requieren un compromiso a largo plazo. Y también dije que no por respeto al público. Uno no puede dejar un personaje tan potente como Ferrer y meterse en otro de inmediato. Hay que guardarle el luto al personaje.

P. ¿Qué podemos esperar de Quart y de su nuevo trabajo?

R. Es una historia con el sello de Reverte, ambientada en el interior de la iglesia. Quiere desvelar sus misterios, su secretismo. Mi personaje es el nuncio del Vaticano en España, un hombre que esconde un secreto enorme y que lidera una corriente involucionista. Me gusta porque es complicado. Además pude aceptarlo porque todo el equipo de producción me dio muchas facilidades: estaba de gira con La cabra, no tenía días disponibles y ellos arreglaron para mí los planes de rodaje.

P. ¿Es una dificultad añadida que parte del público sepa ya la trama al haber leído el libro?

R. No es una adaptación estricta de la novela, que daría como mucho para dos TV movies. Usa sus personajes y situaciones para desarrollar una trama más amplia. Surge de ella, pero se desarrolla libremente.

P. La eterna disputa entre el cine español y el americano ha llegado ya a televisión. ¿Pueden nuestras series hacer frente a las estadounidenses?

R. No debe ser ése su objetivo. Creo que las series españolas deben estar vinculadas con nuestra cultura y permitir la identificación del espectador. Ya lo viví en Policías. Las series policiacas americanas son un clásico, es imposible competir con ellas. Sí echo de menos su capacidad de riesgo. En España, si alguien propone algo como A dos metros bajo tierra nadie querría hacerla.

P. En una serie se convive mucho con el personaje. ¿Usted se lo lleva a casa?

R. No, yo lo dejo en el camerino, como un traje. Al menos desde el día del estreno. Durante los ensayos sí busco el personaje, estoy más obsesionado, pero en televisión se le ve más bien como un compañero de piso: no altera mi personalidad, pero convive conmigo, y eso facilita rodar en el plató, en el que hay que trabajar muy rápido.

P. Usted ha hablado de que en el teatro siempre se siente libre.

R. Sí, porque es el único medio en el que el actor es responsable absoluto del trabajo. Desde que se cruza la línea de entre bastidores no hay intermediarios. Yo hago los planos cortos, medios y largos. En televisión sé que voy a repetir varias tomas, e incluso a veces la que a mí me ha parecido la mejor no es la definitiva, se escoge otra, o en ocasiones ni aparece. No soy responsable total de mi trabajo.

P. ¿Le queda algo por hacer? Porque ya ha hecho La cabra, una obra total, ha hecho Shakespeare, ha hecho cine de todo tipo...

R. Con 60 años aún no se me ha ido la pasión, así que me quedan muchos personajes. Ninguno en concreto, pero sueño con que se escriban personajes mágicos, y siempre que leo una novela que me gusta me imagino que se adaptase al teatro o al cine... Además, en enero me ocupo en Barcelona de dirigir un teatro. Por primera vez voy a programar y a generar los espectáculos. Lo que quiero es asumir riesgos nuevos.

P. Tras tantos años de carrera. ¿Qué se siente al ser un referente?

R. Sólo soy consciente cuando me lo dicen. Yo tengo la misma sensación que cuando tenía 18 años, el primer día de función me muero de miedo igualmente. Pero me emociona, sí, en especial cuando los actores jóvenes me dicen que están nerviosos por trabajar conmigo. Eso sí me lo creo. Ahora bien, el terreno me lo he ganado yo, lo he marcado. En los años setenta, cuando hacía papeles pequeños, me ofrecían personajes que rechacé, aunque me habrían proporcionado dinero. Así, hoy, ciertas cosas ya no me las ofrecen.

P. Usted hizo un programa de radio durante 15 años, Calle 42, con Concha Barral. ¿Lo echa de menos?

R. Sí, desde luego, pero ya tengo que frenar un poco mi ritmo. La radio fue mi primera vocación. A los 15 años quería ser Federico Gallo, Soler Serrano... Cuando entré en Madrid en la Escuela de Arte Dramático lo hice pensando que me vendría bien para la radio... El tiempo que duró Calle 42 fui muy feliz.

P. ¿Cuál es su punto de vista sobre lo que es hoy la televisión?

R. Cada época tiene la televisión que se fabrica ella misma, la sociedad es cambiante. Por ejemplo, la telerrealidad no me interesa, pero entiendo que atraiga. Hay que tener claro que la televisión la domina el público con sus preferencias.

José María Pou.
José María Pou.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_