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YO, PERIODISTA

Tras la miseria, ¿qué queda?

Este sábado 25 de agosto, salí desde Lima para ver con mis propios ojos lo que las televisiones repetían y repetían en esta última semana. Van pasando los días y la situación sigue igual, con miles de familias agrupadas en campamentos que ellos mismos montaron, tiendas de campaña y plásticos, que hacen que quizás todas las familias juntas se puedan apoyar mejor. Algunos tienen luz y otros no, nadie pide absolutamente nada, da igual que te acerques a ellos, nadie extiende la mano para pedir. La vida continúa y hay que seguir trabajando, pero volveré. Estas familias, dentro de seis meses, seguirán igual y ni las donaciones ni el Estado podrá llegar a tantas personas necesitadas. Muchos españoles trabajamos y vivimos en Perú y espero ver a más compatriotas míos por alguna de esas zonas afectadas un poco más a menudo,: tenemos que devolver a este país lo bien que nos recibe y trata.

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