"Los niños no juegan ya al fútbol en la calle"
Fran, el ídolo del Depor, aconseja a Adrián para que no desaproveche su oportunidad
"Adrián, ¿puede mi hija Alicia hacerse una foto contigo?". Adrián López, delantero del Deportivo y máximo goleador de la selección española en el último Mundial sub 20 con cinco goles, se presta a sujetar a la pequeña en sus brazos. Sonríe, aunque sin poder evitar una gran timidez. La escena ocurre en los céntricos jardines de Méndez Núñez de A Coruña. A unos metros se encuentra Francisco González, Fran, el jugador más importante de la historia del equipo coruñés. La madre se percata y le espeta: "Si tienes celos, te la dejo". Fran, otro tímido, le responde con una carcajada. "Macho, tú ya eres historia", le comenta un hombre que ha seguido atento la jugada. Adrián se gira y comenta: "Ya, pero qué pedazo de historia. Ya me gustaría a mí hacer lo mismo".
Fran y Adrián han nacido los dos en un pueblo. El primero, en Carreira (A Coruña); el segundo, en San Martín de Teverga, a unos cuarenta kilómetros de Oviedo. Su recato en la calle choca con el desparpajo que muestran cuando hay una pelota por medio. "A mí no me has visto jugar, eres muy joven", bromea Fran. "Sí, te vi el año pasado en el partido homenaje al Superdépor y aluciné. Aún estabas para continuar jugando. Además, te vi por la tele el día que eliminasteis al Milan de la Champions. Fue increíble, le metisteis cuatro a cero y tú marcaste el último gol. Ese día toda España era del Dépor, porque nadie creía en la remontada", replica Adrián. "Que yo marcase fue suerte". El mejor pasador de la historia para el delantero brasileño Bebeto, recurre a la retranca gallega para despejar los halagos.
Fran y Adrián se sientan en una terraza para hablar de fútbol y de la vida. La gente se gira cuando los ve, porque uno es historia reciente (ganó una Liga, dos Copas del Rey, tres Supercopas de España y llegó a las semifinales de Liga de Campeones), y el otro, presente y futuro. Adrián López llegó la temporada pasada al Depor con 18 años, procedente del Oviedo. Joaquín Caparrós no le dio mucha bola, aunque él se reivindicó con un gol en el Camp Nou. Su actuación en el Mundial sub 20 y la llegada de Miguel Ángel Lotina al banquillo coruñés pronostican un futuro prometedor. "¿Ha cambiado en algo el fútbol?", pregunta el delantero al ex centrocampista. "Yo creo que no ha cambiado en nada. Lo que sí ha cambiado es el Depor", contesta. "Ya, antes había unos jugadores increíbles. La Liga se la jugaban el Madrid, el Barça y el Depor", añade el asturiano. "Os faltan tres o cuatro jugadores de fuera que marquen la diferencia como había antes, pero por lo demás todo es igual. Se continúa jugando 11 contra 11 y con una pelota". Más retranca por parte de Fran.
"Pero vosotros cobrabais más", replica Adrián. "Y vosotros, si hacéis bien las cosas, cobraréis lo mismo, porque si el Depor no puede pagar lo hará otro equipo. El otro día estuve viendo un entrenamiento y me fijé en que el parque móvil ya es importante. Hay cochazos". Adrián se encoge de hombros porque todavía no se ha sacado el permiso de conducir.
Fran abandonó el fútbol con 36 años, y el bisoño delantero se interesa por sus costumbres para alargar tanto su carrera deportiva. "Tienes que ser bastante disciplinado y cuidarte. Yo no es que fuese un desfasado, pero hasta los 24 salía bastante. Es que no sabíamos ni de alimentación. Luego llegaron otros jugadores que me hablaban de alimentación, a la vez que cambió la estructura del club. A partir de ahí me cuidé un montón. Tenían razón los entrenadores, que me decían que después de retirarme disfrutaría mucho de la vida".
Adrián vive con sus padres. "Mi padre era minero y está jubilado. Han podido venirse conmigo", aclara el chaval. "Así es mucho más fácil, porque, quieras o no, te controlan", sentencian las canas. "Yo al principio vivía con mi hermano José Ramón en una pensión, y después nos fuimos a un piso".
Los dos, que nacieron en tierra de lluvias, comenzaron jugando en campos de tierra. "Es que los niños ahora no juegan en la calle, y así es más difícil que salgan talentos". Adrián confirma las palabras de Fran, mientras se interesa por el momento de la retirada: "Tú ahora sólo tienes que disfrutar con el fútbol y aprovechar tus grandes condiciones, sin pensar en otra cosa". Fue lo que él hizo y no le fue nada mal. "Me saqué el título de entrenador, pero no echo nada de menos el fútbol. Quedé saturado".
Francisco González
Hijo de marino mercante y de ama de casa, Francisco González (Carreira, 1969) estaba predestinado a ser futbolista porque delante de la casa familiar había un campo de fútbol. Fichó por las categorías inferiores del Depor, con su hermano José Ramón, con 17 años, y nunca abandonó la disciplina blanquiazul. En A Coruña ganó una Liga, dos Copas del Rey, con centenariazo en el Santiago Bernabéu contra el Madrid incluido y tres Supercopas de España. Fran está casado, tiene tres hijos y se ha desvinculado del mundo del fútbol.
Adrián López
Adrián López siempre quiso ser futbolista. Nació en San Martín de Teverga en 1988, y durante dos años su padre, minero retirado, conducía 80 kilómetros para que su hijo jugase en el Covadonga. Luego lo fichó el Oviedo, equipo en el que jugó en Tercera División hasta que el Depor se fijó en él. El entrenador Joaquín Caparrós le hizo debutar en Primera División, pero no le dio la continuidad necesaria para hacerse un hueco en la élite del fútbol español. Su gran salto lo dio este verano en el Mundial, con la selección española sub 20. Anotó cinco goles.
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