Esperanzas frustradas
Athletic y Osasuna empiezan como acabaron la pasada temporada
Será porque a Caparrós le gusta el fútbol testicular, será porque considera que salvo Orbaiz (entre algodones) nadie es capaz de dirigir el equipo, será porque Osasuna está en plena reconstrucción, o porque hacía un calor asfixiante (36º, sin una pizca de aire) o porque era el primer partido de la temporada. Fuera por lo que fuese, el público de San Mamés salió cariacontecido. Los treinta y pico mil del Athletic porque llegaron con la esperanza a rebosar y salieron con el ceño fruncido por lo que parecía un déjà vu de la pasada temporada. El millar de Osasuna, agarrados al punto obtenido, pero en espera de ver en qué acaban las obras de Osasuna. En cierto modo todos y cada uno se preguntaban qué será de sus respectivos equipos.
ATHLETIC 0 - OSASUNA 0
Athletic: Iraizoz; Expósito, Ocio, Amorebieta, Koikili; Etxeberria (Cuéllar, m. 40), Tiko (Muñoz, m. 66), Javi Martínez, David López; Aduriz y Llorente (Vélez, m. 57). No utilizados: Aranzubía; Murillo, Gabilondo y Susaeta.
Osasuna: Ricardo; Izquierdo, Miguel Flaño, Josetxo (Cruchaga, m. 49), Corrales; Juanfran, Puñal, Héctor Font (Erice, m. 90), Azpilicueta; Portillo (Delporte, m. 69) y Pandiani. No utilizados: Elía; J. Flaño, Margairaz, Sola
Arbitro: Velasco Carballo. Expulsó a Aitor Ocio (m. 93), por doble amonestación. Mostró tarjeta amarilla a Koikili, Tiko, Javi Martínez, Corrales, Pandiani y Miguel Flaño.
Unos 39.000 espectadores en San Mamés. Se homenajeó a los legendarios ex jugadores del Athletic, Lezama y Orue, recientemente fallecidos.
El Athletic, por primera vez con muchas caras nuevas en la alineación, sacó la cara vieja de las últimas temporadas: falta de ideas, falta de combinación, falta de jugadas, mucho empuje, energía y, eso sí, una defensa un poco más solida (entre otras cosas porque ninguno de sus cuatro componentes cruza el medio campo salvo a balón parado). Una defensa más contundente, donde ejerce de capataz Aitor Ocio contagiando, chillando y hasta con algún aspaviento poco afortunado con sus compañeros. En eso, de momento, sí ha cambiado el Athletic, que además parece contar con un portero de garantía, Iraizoz, ayer la única nota positiva del equipo.
Por lo demás, la tozudez habitual, el recurso exagerado al golpeo largo y la ausencia de un delantero centro, porque Llorente parece empeñado en que se recuerde eternamente a Urzaiz.
Osasuna nunca quiso ir a por el partido. Portillo parecía más un ayudante del centro del campo y Pandiani se descolgaba para buscar al que no estaba porque delante de él nunca había nadie. Juanfran parece haber arrancado con el freno de mano echado.
Por eso las únicas ocasiones fueron circunstanciales: un centro chut de Expósito que a poco se traga Ricardo, que reaccionó tardísimo, y un remate de Azpilicueta, con todo el Athletic metido en el área pequeña, que probó los reflejos de Iraizoz.
Todo eso ocurrió en los primeros 20 minutos de partido. En el resto apenas pasó nada. Caparrós puso músculo en el centro del campo, cuando se necesitaba cerebro y Ziganda puso lo que tenía en mejor forma dando el punto por bueno de antemano. Y no ocurrió más. Bueno, ocurrió lo que parece inevitable en el nuevo Athletic: una tangana final cuando Cruchaga y Aitor Ocio se enredaron en la última jugada. Conclusión: Aitor Ocio fue expulsado y será baja en el Camp Nou. No será el único. Un contratiempo, pero no el único: el principal problema del Athletic es que sigue sin aprender as manejar los partidos con más calma.
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