El viento agota a los bomberos
Aparatoso desprendimiento de la cubierta del hotel Chamartín
Un viento racheado se hizo ayer fuerte en la ciudad. Árboles caídos, ramas desprendidas, carteles de publicidad, toldos, persianas y antenas por los suelos, fueron algunos de los incidentes que sacaron a los bomberos a la calle. Entre las siete y las ocho de la tarde, los servicios del 112 de la Comunidad de Madrid tuvieron que atender unos 200 casos, mientras que los de Emergencias Madrid acudieron a medio centenar de sucesos.
Una tarde complicada, sobre todo para el mes de agosto, pero en la que no hubo heridos. El accidente más aparatoso fue el desprendimiento de parte de la cubierta del hotel Chamartín, situado en el complejo comercial junto a la estación del mismo nombre de la capital, ocurrido sobre las ocho de la tarde.
Los servicios de emergencias tuvieron que atender unos 250 incidentes en la región
Un portavoz de Emergencias Madrid explicó que, aunque no se produjeron heridos, la caída de una decena de planchas del tejado del edificio fue bastante espectacular. Tras el incidente, la policía cortó la calle de Agustín de Foxá y acordonó la zona. En la azotea, los bomberos se emplearon a fondo durante más de tres horas.
Según el portavoz de Emergencias Madrid, el techo del hotel está formado por una cubierta abovedada de unos 800 metros cuadrados, integrada por una doble capa de chapa galvanizada. Fue la primera capa la que se desprendió por la fuerte acción del viento. La mayor parte de ella quedó enganchada al tejado, pero unos 200 metros de chapa quedaron colgados, batiéndose sobre el edificio.
Las planchas que habían quedado colgadas de parte del tejado, de unos 20 metros de altura, fueron cortadas por los bomberos de dos dotaciones para evitar mayores daños. Además, aseguraron el resto, procurando que no llegaran a caer. Una pequeña parte fue descolgada de manera controlada y cayó sobre la pasarela que accede al complejo de ocio y al hotel.
"Ha sido un milagro que no cayera encima de algún coche o de alguna persona", declaró a la agencia Efe Arancha, una joven que acababa de salir de una bolera cercana.
Por otro lado, el mal tiempo provocó ayer que algunas de las piscinas públicas al aire libre de la Comunidad de Madrid no abrieran sus puertas ante la ausencia de los bañistas, que prefirieron no acudir ante el frío y las amenazas de lluvia de este fin de semana.
Éste es el caso de las piscinas del polideportivo de Vallehermoso y Canal, ambas situadas en Chamberí, en las que ni siquiera había trabajadores en las instalaciones.
La previsión meteorológica indicaba ayer que los cielos de la región estarían muy nubosos o cubiertos, con chubascos y tormentas de intensidad moderada, lo que desanimó a los nadadores a acercarse a las instalaciones.
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