Kenia se lleva el primer oro

Luke Kibet, keniano, 24 años, funcionario de prisiones en Nairobi, se convirtió en la madrugada de hoy en el campeón mundial de maratón más joven de la historia después de ganar -2h 15m 58s- la carrera más lenta de los 11 Mundiales disputados. Segundo terminó el qatarí Mubarak Hassan Shami, que se llamaba Richard Yatich cuando corría como keniano, y tercero el suizo Viktor Rothlin. Los españoles se fundieron en una maratón corrida en condiciones extremas (30 grados y 70% de humedad a las 7 de la mañana, sol picante y fuerte).

Los toledanos Óscar Martín, debutante, y Julio Rey, subcampeón mundial en París 2003, se retiraron mediada una prueba que todos los participantes afrontaron con extrema prudencia. El barcelonés José Ríos, en cambio, corrió con valentía exagerada, pegó tirones en cabeza y aguantó con los mejores hasta el kilómetro 28, hasta que los kenianos Kibet y William Kiplagat lanzaron el ataque definitivo. Después, se hundió: terminó el 17º, en 2h 22m 21s, un tiempo que indica las dificultades que hubieron de superar los maratonianos en la sofocante Osaka. El mejor español fue Chema Martínez, quien mantuvo un ritmo regular durante los 42,195 kilómetros para terminar décimo, en 2h 20m 25s. "No sé la cantidad de agua que hemos bebido, pero ha sido criminal", reconoció el atleta madrileño. Para deleite de la afición local, para la que el maratón y las carreras de fondo son una religión, Japón ganó la Copa del Mundo, la competición por equipos.

Según Martínez, Kibet ganó "una prueba de fuego para todos los maratonianos". Si la edad con la que figura en los listados de la IAAF es la correcta, se podría decir que Kibet, nacido en abril de 1983, es un joven prodigio que a los 19 años ya corría los 20 kilómetros en 58m 34s. Como su representante es holandés, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Holanda -debutó en 2004 en el maratón de Enschede-, pero su última victoria fue el maratón de Viena, en abril pasado.