Alemania logra el primer superávit ordinario en sus cuentas públicas desde la reunificación de 1990
El erario alemán registró un superávit de 1.200 millones de euros en el primer semestre de 2007, según informó ayer la Oficina Federal de Estadística. Un resultado positivo que equivale al 0,1% del PIB alemán, y que tiene además una significación histórica: es la primera vez que el Estado esquiva el déficit público sin aportes extraordinarios desde que se fraguó la reunificación de Alemania, en 1990.
En estos 17 años, las cuentas públicas alemanas siempre habían acabado en rojo, salvo en 2000. Pero entonces, el ejercicio presupuestario acabó con cifras positivas por una circunstancia extraordinaria: la subasta de seis licencias de telefonía móvil de tercera generación reportó a las arcas alemanas más de 50.000 millones de euros.
El precio pagado entonces por las operadoras reflejó unas expectativas de mercado que luego se han demostrado muy exageradas, pero que al Ejecutivo alemán le vino de perlas. El Gobierno de Gerhard Schröder destinó la mayor parte del dinero a desembarazarse de deuda pública (cayó del 61% al 58% del PIB) y a fabricar sólo para ese año un superávit, equivalente al 1,5% del PIB. Ambas decisiones le permitieron cumplir de forma holgada con las condiciones del Tratado de Maastricht para formar parte de la zona euro.
El superávit del primer semestre de este año se debe a razones mucho más ordinarias, y por ello sostenibles. Los expertos apuntan a que el balance positivo de este año se debe sobre todo a una decisión fiscal: los ingresos propiciados por el aumento del tipo impositivo del IVA (del 16% al 19% desde enero). Además, el crecimiento económico eleva la cantidad recaudada por la Hacienda pública en impuestos directos, especialmente el impuesto sobre la renta. Comparados con los del mismo periodo del año pasado, los ingresos fiscales crecieron de enero a junio un 5,6% debido a estos factores, mientras que el gasto público aumentó sólo un 0,7%.
Los números de la oficina estadística de Wiesbaden apuntan que, por segundo año consecutivo, las cuentas públicas alemanas cumplirán en 2007 con los criterios del Tratado de Maastricht.
Criterios de Maastricht
Durante los cuatro ejercicios anteriores, la Hacienda pública de la primera economía europea presentó un déficit superior al 3% del PIB, lo que supusieron cuatro violaciones sucesivas de los criterios de Maastricht. En primavera, tras confirmarse que el déficit no superó en 2006 el 1,7% del PIB, la Comisión Europea decidió dejar en un tirón de orejas el proceso abierto al respecto contra Alemania.
Cuando están a punto de cumplirse dos años de gran coalición entre socialdemócratas y democristianos, el Gobierno alemán valoró ayer con suma cautela las buenas noticias. La canciller, Angela Merkel, reunida con sus ministros en el palacio de Meseberg junto a Berlín, celebró la noticia con la promesa de que su Gobierno "no se dormirá en los laureles". La líder democristiana declaró que "el crecimiento no es una meta en sí misma", y abogó por facilitar el acceso de la población al bienestar.
En el Ministerio de Hacienda también cundió la cautela. Su portavoz, Stefan Olbermann, explicó a este periódico que el Gobierno mantiene aún su previsión de que a final de año habrá un déficit del 0,5% del PIB. Olbermann recordó que los ingresos y gastos no son constantes durante un ejercicio, de modo que hay que esperar al próximo pronóstico ministerial en otoño. Por su parte, un portavoz de la Comisión Europea sí admitió que Bruselas revisará su previsión, que sitúa el déficit alemán para 2007 en el 0,6%.
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