El PSdeG amenaza al Bloque con revisar los pactos locales en Ourense
Los socialistas responsabilizan a Quintana del "acoso" a su alcalde en O Carballiño
La ingobernabilidad del Ayuntamiento de O Carballiño, donde una pinza de PP y BNG impide la gestión del ejecutivo minoritario del PSdeG, amenaza la estabilidad de los pactos entre socialistas y nacionalistas en la provincia de Ourense. El responsable de organización del PSdeG orensano, Miguel Fidalgo, es rotundo: "Esto no le va a salir gratis y si no cesa el acoso, en septiembre adoptaremos las medidas de respuesta en la provincia". Fidalgo apunta como responsable directo de la crisis de O Carballiño al vicepresidente de la Xunta y líder del BNG, Anxo Quintana.
Los dirigentes del BNG achacan la ingobernabilidad al talante del alcalde de O Carballiño y piden un diálogo que se "visualice en la aprobación de nuestro proyectos". "El PSOE no se da cuenta de que no puede gobernar, de que le falta un concejal" para la mayoría absoluta, repiten los dirigentes comarcales del Bloque para explicar la crisis. Los nacionalistas no muestran intención de corregir la situación actual que condena al fracaso al gobierno minoritario del PSdeG. Tampoco parece preocuparles la coalición que están abocados a mantener con el PP para frenar la gestión del socialista Carlos Montes. "Para el BNG ésta es una situación muy difícil", señala la responsable comarcal, Montse Nóvoa, "pero cumplimos escrupulosamente el acuerdo marco al favorecer la investidura de Montes y no nos cerramos al diálogo".
Nóvoa explica el rechazo de su organización al pacto de gobierno que les propuso Montes -que se quedó a un edil de la mayoría absoluta- por el hecho de que el PSdeG no asuma los proyectos nacionalistas. "El BNG tiene que percibir el respaldo a su programa porque esto es lo que reclamaron los vecinos de O Carballiño al darnos el importante respaldo" que llevó a la organización nacionalista a aumentar en un concejal su representación municipal. "El problema de los socialistas", reiteran los dirigentes comarcales del BNG, "es que no aceptan que hay más opciones" que la del gobierno en mayoría o el bipartito, que el BNG se resiste a repetir.
Pero los socialistas no están dispuestos a "seguir poniendo la cara". El número dos del PSOE orensano, Miguel Fidalgo, expresa el malestar de la organización con una seria advertencia de ruptura de los pactos en la provincia: 14 ayuntamientos, incluido el de la capital, con gobiernos bipartitos. "La pinza del BNG no obedece a más razones que el anti-pachismo", señala Fidalgo en alusión al máximo responsable del PSOE orensano y conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Pachi Vázquez, quien ejerció la alcaldía de O Carballiño durante diez años.
Fidalgo advierte que la actuación de PP y BNG "es de pura piratería política". "No gobiernan, pero tampoco dejan gobernar, en una actitud política irresponsable con claro ánimo de venganza y dando en la cara de Montes las bofetadas que no pueden darle a Vázquez", argumenta.
Con este panorama aparentemente irresoluble, el PSOE lanza el primer aviso: "El BNG no puede pensar que no va a pasar nada, no puede creer que esto va a ser gratis". Porque, según Fidalgo, los nacionalistas, pese a haber propiciado la elección de Montes, están incumpliendo el acuerdo marco entre las dos formaciones para los ayuntamientos gallegos. "¿De qué vale elegirlo si ahora le quitan el oxígeno?", reflexiona. Fidalgo apunta directamente a Quintana, "que estampó su firma [en el acuerdo marco] para garantizar no sólo la elección de alcaldes, sino la gobernabilidad de los ayuntamientos".
Y no es sólo esto, el secretario de organización del PSOE orensano acusa directamente al líder del BNG de la "obstrucción" de la gobernabilidad en O Carballiño a través de dos de sus personas de confianza en la provincia. Uno de ellos, el delegado de la Vicepresidencia, Xosé Francisco Ferreiro, que fue primer teniente de alcalde de Manuel Vázquez en la experiencia de bipartito en O Carballiño que rentabilizó después el PSdeG. El otro, el actual portavoz municipal, Manuel Amil, "a quien Quintana ha dado un cargo como director de una residencia de mayores y un sueldo de director general". Este diario intento ayer sin éxito ponerse en contacto con Amil y Ferreiro.
Fidalgo demanda una reacción del vicepresidente. "Que ponga orden y demuestre que cumple su palabra mandándolos negociar con dureza y firmeza, pero negociar, o que les retire a ambos la confianza", reclama el socialista. Y le advierte aún: "Que sepa que si es vicepresidente de la Xunta lo es gracias al respaldo del PSdeG, de la misma forma que nosotros tenemos la presidencia gracias al BNG".
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