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Reportaje:MODA

Pliegue de porcelana

Con delicados apliques y detalles, el diseñador israelí Alber Elbaz ha vuelto a poner en órbita la casa Lanvin. Sus creaciones ya no son sólo sobre el tejido y a escala humana: esculpidas en porcelana china ahora visten a las recién creadas muñecas Miss Lanvin. La idea parte de la herencia de la marca. Jeanne Lanvin fue una mujer emprendedora que, a los 23 años, montó un taller de sombreros en París (era 1889). No se limitó a idear suntuosos vestidos de señora: también diseñaba para niños y confeccionaba versiones de sus modelos para diminutos maniquíes. Y Elbaz, como explican en Lanvin, "es travieso y juguetón y conserva el alma de un niño. Tras realizar varias muñecas para subastas de caridad, se decidió a reproducir en miniatura los vestidos más simbólicos de cada colección". Cada temporada, la firma Franz producirá seis modelos de muñecas de piernas alargadas. Series limitadas de 800 ejemplares firmados y numerados. Las primeras, del otoño de 2007, ya están disponibles por 250 euros (www.lanvin.fr).

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