En el armario con Vanexxa

Una figura escuálida y pequeña sobre unos tacones altísimos sale al escenario. Lleva sombrero y casaca. Liguero y medias. En la mano, un bastón. "Pasen y vean", dice Vanexxa, convertida en maestra de ceremonias al principio de su espectáculo, un insólito cruce de hip hop y cabaret. Ahora está literalmente dentro de su enorme y estrafalario armario. Es difícil pasar, lo que se ve es una jaula que encierra unas puntas de ballet, en lugar de un canario. De una puerta cuelga un foulard de plumas rojas, collares y un arnés. Su armario es como un altar dedicado al fetiche, "la caja de Pandora de la que salen todos mis personajes, en los que me voy transformando durante un concierto", dice la cantante. Está ahora de gira por toda España con su disco Se rompe o se raja, que ha sido un récord de descargas en Internet cuando sólo era una maqueta el año pasado. Una percha sostiene una casaca de aspecto entre militar y circense. "La robó para mí una amiga. Era parte del atrezo de una obra de teatro en la que yo actuaba y, cuando terminó, le pedí que la sacara de allí", cuenta divertida. "Y esa chistera era del tatarabuelo de otra amiga, me gustan los objetos con historia". Ahora aparece en sus espectáculos con una jaula en la cabeza: "Lo de la jaula con las puntas dentro que ves en el armario es por la idea de libertad con disciplina, sólo las uso antes de los conciertos, para preparar el cuerpo". Entre un corsé rojo y una pajarita aparece un impagable vestido de raso blanco lleno de volantes, como de una barbie enorme. "Estos objetos me los regalan mis amigos para el escenario y todos tienen un sentido en el armario, igual que cada frase de una canción", afirma.