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Reportaje:Personaje

El 'dilema Deferr'

El bicampeón olímpico corre el riesgo de quedarse fuera de los Mundiales de gimnasia para favorecer al equipo con vistas a los Juegos

Amaya Iríbar

Pocos entrenadores querrían estar hoy en la piel de Álvaro Montesinos. El seleccionador español de gimnasia masculina debe decidir si deja fuera de los Mundiales a Gervasio Deferr, doble campeón olímpico, medallista en Europeos y Mundiales, uno de esos deportistas carismáticos y geniales que levantan pasiones y odios. Y no tanto porque Deferr no esté en forma -ha pasado por mil y una lesiones y operaciones a lo largo de su carrera- o no se haya sometido a la disciplina del equipo -se perdió los Europeos en abril por no seguir la planificación del seleccionador-. La razón es estratégica. De equipo.

Aunque desde fuera no lo parezca, la gimnasia es un deporte colectivo marcado por un gran objetivo: los Juegos Olímpicos. Los Mundiales de Stuttgart (del 1 al 9 de septiembre) son los últimos antes de los Juegos de Pekín y en ellos se deciden todas las plazas olímpicas. Pero no ocurre como en el atletismo y la natación, deportes en los que los atletas y nadadores se clasifican superando unas marcas mínimas. Los gimnastas dependen totalmente del resultado del equipo, formado por seis, para convertir su sueño olímpico en realidad. En Pekín sólo estarán los 12 primeros países en los Mundiales.

Con un ejercicio de suelo, su gran especialidad, renovado, más difícil y espectacular que el que le llevó a rozar el bronce en los Mundiales de 2006, Gervi logró el sábado en un amistoso en Madrid 15,700 puntos. Una nota de finalista, quién sabe si de medalla, y por supuesto una gran ayuda para el equipo. Pero no es suficiente. La nota final del equipo es el resultado de sumar las obtenidas en los seis aparatos. En cada uno de ellos participan cinco gimnastas, pero sólo suman las cuatro mejores notas. Por eso para un entrenador, ante una cita como la de Stuttgart, los mejores gimnastas son aquéllos capaces de meter más puntuaciones entre las válidas.

Con esa idea en la mente y con el reto de conseguir una tercera medalla olímpica, Gervasio Deferr amplió sus miras. En vez de centrarse en sus dos grandes especialidades, el salto y el suelo, donde se beneficia de su enorme potencia de piernas y su gran coordinación, volvió a entrenarse en paralelas y barra. Un esfuerzo aún mayor. A pesar de lo que le cuesta moverse de Barcelona, el gimnasta, de 26 años, accedió hace dos meses a venir concentrado a Madrid con el resto del equipo y se dejó en casa no sólo a su familia y amigos, sino también a su entrenador de toda la vida, Alfredo Hueto.

El sábado, Deferr falló estrepitosamente en salto, el aparato que le ha llevado a la gloria olímpica, algo insólito en un deportista que no suele descentrarse en competición, y en paralelas. Y, aunque salvó el tipo en barra, donde nunca ha brillado, ninguna de estas tres notas sumó para el equipo.

Además de Deferr, en la libreta del seleccionador quedan aún ocho gimnastas. El campeón de Europa de 2005, Rafa Martínez; el de paralelas, Manu Carballo, pendiente de una luxación del hombro; el finalista en suelo de los Mundiales del año pasado, Isaac Botella; Ivan San Miguel, con el menisco protegido con un fuerte vendaje desde el muslo hasta el gemelo, y Sergio Muñoz, campeón de Europa júnior en salto en 2006, parecen fijos en Stuttgart. Quedaría por decidir una plaza y la de reserva.

A favor de Gervi está su nombre y experiencia, su gran calidad como gimnasta y su capacidad de crecerse en los grandes momentos, ese rasgo que adoran los entrenadores de cualquier deporte y que define a los mejores. Sus tres rivales para el puesto tampoco parecen poder hacerle sombra ni por su experiencia ni por la calidad de su gimnasia. En contra, algunos estamentos deportivos que nunca han visto bien al gimnasta, al que han colgado el cartel de conflictivo. En medio, Álvaro Montesinos, el seleccionador, con fama de analítico y pragmático, de no meterse en batallas personales y mirar sólo por el bien del equipo. El dilema se resolverá hoy, cuando se haga pública la lista de convocados para los Mundiales.

Gervasio Deferr.
Gervasio Deferr.GARCÍA CORDERO

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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