La lluvia marca el inicio festivo en Sants

Todo estaba preparado para la fiesta, pero un invitado indeseable arruinó la tarde en el barrio de Sants: la lluvia cayó copiosamente y las calles suspendieron los actos que tenían preparados para el primer día de los festejos. Hacia las 17.00 horas, el barrio permanecía vacío, para disgusto de bares y restaurantes. "La lluvia nos está haciendo muchísimo daño. Hoy es el único domingo de las fiestas, y por ahora no hay nadie", se quejaba Óscar Gutiérrez, camarero en un restaurante de la calle de Galileo.

Sin embargo, la decoración de las calles resistió los embates de la tormenta. Los vecinos han utilizado materiales resistentes a la lluvia, como plástico o poliespan, para evitar el deterioro de sus creaciones. Las calles participantes en el concurso de adornos reproducían escenarios muy diversos: la calle de Galileo, por ejemplo, se había transformado en un saloon típico del oeste norteamericano, y la calle de Vallespir estaba poblada por los personajes del mundo de Harry Potter. "Hemos empleado exactamente 3.850 horas de trabajo en construir el decorado", afirmaba Carmen, vecina de Vallespir. "Ahora sólo falta el buen tiempo, para que pueda venir la gente a verlo", añadía. Esta tarde, a las 19.30, se celebra la entrega de premios del concurso.

A las 18.00 horas dejó de llover, y por la noche los bailes y conciertos previstos pudieron celebrarse sin problemas.