Otra paliza de España
La selección vuelve a arrollar a Lituania camino del Europeo
España es uno de los favoritos para el próximo Europeo, a principios del mes que viene. Porque jugará como local y por el juego que está desarrollando el equipo de Pepu Hernández. La selección repitió ayer triunfo ante Lituania, cuatro días después de su último enfrentamiento. Si entonces el equipo español se impuso por 20 puntos en Gijón, en Ourense aumentaron su ventaja y arrollaron a Jasikevicius y compañía por 23. Ni la ausencia de Jorge Garbajosa, aún pendiente de la autorización de los Toronto Raptors para jugar el Europeo, ni la escasa presencia de Pau Gasol en ataque hasta el final del encuentro hicieron temer por el resultado gracias a la autoridad de Juan Carlos Navarro y de José Manuel Calderón.
ESPAÑA 97 - LITUANIA 74
España: Calderón (18), Navarro (22), Jiménez (5), P.Gasol (11) y Reyes (11) -quinteto inicial-; Fernández (9), S. Rodríguez (5), B. Rodríguez (8), M. Gasol (1), Mumbrú (5), Trias (2) y Cabezas (0).
Lituania: Jasikevicius (6), Javtokas (9), Siskauskas (14), Slanina (5) y K. Lavrinovic (12) -quinteto inicial-; Kaukenas (2), Gustas (3), D. Lavrinovic (5), Songaila (6), Kleiza (12) y Jankunas (0).
Árbitros: Pérez Pérez, Cortés y Rial. Expulsaron a Darjusz Lavrinovic y Songaila y señalaron técnica al banquillo lituano y a Kleiza por protestar.
Amistoso de preparación para el europeo en el Pazo Paco Paz ante unos 5.000 espectadores.
1º CUARTO: 22-13
2º CUARTO: 21-26
3º CUARTO: 32-21
4º CUARTO: 22-14
Los lituanos se quedaron sin argumentos a partir del descanso. El ritmo impuesto por España sacó de la pista al equipo de Ramunas Batautas, que en el último cuarto encajó un parcial de 19-0 para tocar fondo (95-65) y sobrevivió como pudo anotando sólo cinco puntos desde el minuto 30 y hasta que faltaban tan sólo dos para el final.
La selección cumplió con los objetivos. Venció a una de las potencias baloncestísticas europeas. Y no pierde un sólo partido desde que Francia le arrebató la medalla de bronce en el Europeo de 2005. Es más, lo que transmite la selección, con el Europeo llamando a la puerta, es confianza. Los campeones del mundo son jóvenes, muy jóvenes en algunos casos, y conforman un bloque sólido que juega casi de memoria. Son un equipo hecho, maduro, acoplado, que sólo necesita afinarse. Si a esto se añade que Calderón estuvo fantástico en el primer cuarto del partido, donde borró a Jasikevicius; que La Bomba Navarro estuvo intratable -llegó al descanso con 12 puntos y un sólo falló un tiro-; que los hombres interiores fueron generosos con el balón; y que las diferentes defensas funcionaron, -el partido sirvió a Pepu Hernández para ensayar esta cuestión- se explica el resultado. Aún con las posesiones cedidas debajo del aro, España hizo lo que le interesaba.
A la vuelta del descanso ya no hubo partido. La selección anotó 32 puntos en el parcial del tercer periodo, siguió disfrutando de Navarro y Calderón y corroboró que puede soñar con el oro en el Europeo por méritos propios.
"Quizás ha habido una diferencia excesiva", reconoció el seleccionador tras el partido; "entiendo que, por lógica, estos partidos en condiciones normales tendrían que estar más igualados y ganar por menos diferencia". Pepu Hernández destacó el trabajo defensivo del equipo ante una Lituania muy fuerte físicamente. "Hemos intentado con nuestro trabajo que no se sintieran cómodos en ningún momento y creo que hemos estado mejor que en el primer partido, con los tirones lógicos de ellos para que nos escapáramos en el marcador", concluyó.
"El inicio fue muy parecido al del último partido, con fases buenas y malas", reconoció el pívot Felipe Reyes; "pero al final conseguimos cuatro puntos ventaja al descanso haciendo un buen trabajo".
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