Más de 700 trabajadores de Einsa inician una huelga de tres días

Más de 700 trabajadores de la empresa de artes gráficas Einsa iniciaron la noche del jueves tres jornadas de huelga convocados por la CIG para denunciar los retrasos en la negociación del convenio colectivo, paralizado desde octubre, según el sindicato.

Son 460 operarios fijos y 280 eventuales distribuidos entre los dos centros de trabajo de Einsa en Andrade (Pontedeume) y As Pontes, donde se imprimen revistas y publicaciones internacionales para su distribución en España, Francia o Gran Bretaña.

Los trabajadores del turno de noche iniciaron a las 23.00 horas una huelga de tres días, que concluirá el próximo domingo, con el propósito de presionar a la dirección de la compañía para que se avenga a negociar un convenio colectivo paralizado desde octubre en algunos puntos "que la empresa se niega a negociar", según indicaron fuentes sindicales.

Antonio Rañales (CIG), miembro del Comité de Empresa de Einsa, asegura que de forma unilateral la compañía redujo a la mitad uno de los complementos salariales por día festivo que percibían los trabajadores. Por su parte, el secretario comarcal de la CIG en Ferrol, Xesús Anxo López Pintos, señaló que antes de convocar la huelga el sindicato "negoció sin éxito con la dirección de la empresa".

La central nacionalista afirmó ayer que el 100% de sus trabajadores de los talleres de producción habían secundado la huelga, y que únicamente se habían incorporado a sus puestos de trabajo "cargos intermedios, jefes y algún administrativo". Además, la CIG ya ha convocado a los trabajadores a un nuevo paro entre el 23 y el 26 de agosto si la dirección de Einsa no retoma los contactos con los sindicatos para cerrar un acuerdo laboral marco para los próximos meses.

Estas no son las primeras movilizaciones que tienen lugar en la empresa Einsa. El pasado mes de febrero las protestas acabaron en los juzgados de Ferrol a causa de los desórdenes registrados, según la dirección de la compañía de artes gráficas, durante las protestas del verano de 2006 cuando se impidió a empleados de la empresa incorporarse a sus puestos.