_
_
_
_
_
LA CERBATANA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tirar la piedra

Juan José Millás

A Bush le han dimitido ya cinco o seis manos derechas; la última, la representada por ese Karl Rove, que quiere pasar más tiempo con su hijo (¿no hay en EE UU leyes que protejan a la infancia?). Todas esas manos derechas de Bush estaban, directa o indirectamente, manchadas de sangre. A todas se les apreció restos de pólvora en los dedos. La de Rumsfeld, por poner un ejemplo, habían enredado lo suyo en Abu Grahib, donde se torturaba a dos, a cuatro y a seis manos, a veces a ocho. Faltaban manos para torturar, como demostraron los documentos gráficos.

Todas, sin excepción, pusieron algún tornillo en los barrotes de la prisión ilegal de Guantánamo y apretaron las tuercas del potro aplicado a algunas de las personas secuestradas en lo que impropiamente viene llamándose un limbo legal, porque es un infierno. Bush ya no es un pato cojo, es un presidente manco que duerme, para compensar, con la pistola de Sadam Husein a manera de prótesis debajo de la almohada. De aquí a las elecciones tendría que gobernar con mucha mano izquierda, pero la única que tenía era la de Blair, que ni está ni se le espera. La duda que nos asalta ahora es si todas estas manos derechas han dimitido de verdad o se han escondido tras arrojar la piedra.

PARTICIPE. Puede escribir a Juan José Millás en cerbatanamillas@elpais.es

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_