Alemania mira mal a Valverde
La organización de los Mundiales de ciclismo de Stuttgart admite no poder evitar la participación del español, pero le vincula a la Operación Puerto
Los organizadores de los Campeonatos del Mundo de ciclismo en ruta, que se disputarán del 26 al 30 de septiembre en Stuttgart (Alemania), no ven con buenos ojos la participación de Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne). "Estamos en contra de la participación de ciertos corredores porque no sería coherente con la instauración de un ciclismo creíble. Sin embargo, no podemos hacer nada desde el punto de vista jurídico para que Valverde no esté", admitió Susanne Eisenmann, la presidenta del comité organizador en una entrevista concedida al diario Stuttgarter Nachrichten.
Los medios de comunicación alemanes, cuyas televisiones se negaron a seguir retransmitiendo el último Tour de Francia tras conocerse el positivo del germano Patrick Sinkewitz, insisten estos días en la supuesta existencia de un vínculo entre Valverde y el doctor Eufemiano Fuentes, el centro de la Operación Puerto. Contra el murciano hay, entre los papeles de Fuentes, una inscripción, Valv.Piti, asociada a un número, el 18, en una lista de existencias de sangre correspondientes a 2004, cuando era el médico del Kelme, el equipo entonces de Valverde. Una cita que la Guardia Civil consideró insuficiente para incluir su nombre en el informe de la Operación Puerto.
La pasada semana, los organizadores de la Clásica de Hamburgo vetaron la presencia de Alberto Contador (Discovery Channel), ganador del Tour, por las informaciones procedentes de la propia Alemania según las cuales estaba presuntamente vinculado a la mencionada trama de dopaje. Contador, sin embargo, ni siquiera tenía previsto participar en la prueba.
Ahora, las acusaciones no sólo afectan a ciclistas españoles. El alemán Erik Zabel (Team Milram), que reconoció haber consumido EPO durante el Tour de 1996, tampoco es bienvenido en los Mundiales de Stuttgart, según dijo la dirigente del comité organizador.
El velocista había mostrado su intención de ser seleccionado para la cita, pero, de acuerdo con el reglamento interno de su federación, todo corredor sospechoso de dopaje queda inmediatamente descartado para formar parte de cualquier convocatoria. Hasta que se conoció que consumió EPO, Zabel era embajador de la competición que se va a disputar en Alemania.
Las críticas de Eisenmann, sin embargo, no alcanzaron a su compatriota Andreas Kloeden, para quien pidió ayer que se respetara la "presunción de inocencia". Kloeden es miembro del Astana, un equipo maldito desde que se hicieron públicos los positivos de los kazajos Alexandre Vinokúrov, su líder, y Andrei Kashechkin, su fiel escudero.
La ciudad de Stuttgart y el Gobierno alemán amenazaron con anular la prueba si la Unión Ciclista Internacional y la federación alemana no ponían en marcha un programa especial contra el dopaje durante los campeonatos.
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