Las giras sin fin del Barça

El Barça no tiene dudas: acaba de llegar de la gira por China y Japón y el próximo año repetirá la experiencia, seguramente en América. Salvo el Manchester United y el Liverpool, muchos clubes europeos han desertado ya de las grandes giras. El Madrid ha abandonado la aventura asiática explotada con Beckham. Y el Milan, el campeón de Europa, estuvo en Asia en 1994 y no regresó hasta 2004 con suplentes porque los titulares jugaban la Eurocopa. En 2005 rechazó una buena oferta de Japón y se ha inclinado estos años por amistosos en América con un caché de medio millón de euros. El caché del Barça es de dos millones, pero el club sostiene que eso es lo de menos porque las giras abren un futuro mercado ilimitado.

El Milan, que ha jugado el torneo de Moscú y un amistoso ante el Betis, ha renunciado este año a un largo viaje porque altera la preparación del equipo. Y no le falta razón porque el Barça han jugado ante tres rivales muy flojos. Pese al jet-lag y la dificultad de entrenarse con temperaturas muy altas y una humedad de cerca del 100% -"costaba respirar", dijo Iniesta tras jugar en Pekín-, el club asegura que las giras compensan. "No afectan al rendimiento a lo largo del año. El equipo pasa una semana relajada entrenándose y jugando con rivales débiles. Un Mundial afecta, pero el impacto negativo de una gira no existe", señaló el vicepresidente Ferran Soriano; "en cambio, afecta positivamente al club, a su proyección, que le permite ser grande y pagar a los mejores del mundo".

Caras largas, de cansancio de recorrer en diez días miles de kilómetros para volar de Barcelona a Pekín, de Pekín a Tokio, de Tokio a Hong Kong y de Hong Kong a casa. No ha habido quejas de los jugadores a diferencia del año pasado en Estados Unidos. No están los tiempos para protestar mucho tras el triste final del curso."Podemos trabajar bien. Las condiciones no son ninguna excusa", asegura Frank Rijkaard, el técnico del Barça, que solo jugará este verano un amistoso serio, ante el Bayern de Múnich.

Soriano sostiene que los beneficios de la gira van más allá de los seis millones ganados porque lo que cuenta, dice, son los indirectos, traducidos en los clientes potenciales que en China vieron al Barça a través de dos canales que retransmitieron el partido. "La audiencia fue de 100 millones. Habrá un día que habrá pay per view y se verá la diferencia entre quienes quieran ver al Barça, el Madrid o el Liverpool".