Alves pide al Sevilla que negocie su venta

El lateral brasileño del Sevilla, Daniel Alves, no pudo ayer decir más claro lo que opina de la oferta que le ha hecho llegar el Chelsea: "Es una oportunidad única y magnífica de mejorar y no pienso dejarla pasar, siempre que salgamos ganando todos". El club inglés le ofrece un contrato que le triplica los ingresos que recibe en la actualidad en el club andaluz. Hasta el momento, el Sevilla no ha informado sobre ninguna de las ofertas que ha recibido por el jugador. Fuentes del club han informado, de forma extraoficial, que ninguna alcanzaba la cifra por la que el presidente José María Del Nido estaría dispuesto a deshacerse de uno de sus jugadores más determinantes.

El brasileño llegó con 19 años al club andaluz en diciembre de 2002 procedente del Bahía y por un precio que rondaba los dos millones de euros. Sus comienzos a las órdenes de Joaquín Caparrós no fueron fáciles y era uno de los blancos favoritos de los espectadores. En caso de partidos malos, los pitos del Sánchez Pizjuán se dirigían a Alves. Pero Alves se fue abriendo paso en el Sevilla precisamente por las características que impresionaron al entonces ojeador, ahora en el cuerpo técnico del Valencia, Antonio Fernández: "Cuando me di cuenta de lo que valía fue durante un partido en Brasil en el que intentó hacerle un caño a un contrario, éste le robó la pelota que acabó en gol tras un contraataque. A la jugada siguiente, con todo el público abroncándole, volvió a tirar un caño, le salió y marcó gol".

A medida que Alves mejoraba sus carencias tácticas y el técnico se acostumbraba a sus alegrías ofensivas -acabó colocando a Redondo como interior falso para cubrir sus espaldas en la banda-, se hizo con un hueco en el equipo titular y su carrera empezó un meteórico ascenso hasta convertirle en un jugador mucho más que determinante. En gran medida, el juego de Alves es definidor del estilo del Sevilla bicampeón de la UEFA. Tanto con Caparrós como con Juande Ramos, el equipo se despliega a partir de Alves.

A medida que su importancia ganaba peso, también lo hacían sus emolumentos. Si en un principio, el brasileño cobraba prácticamente lo que un jugador del filial y, en algunos casos, hasta menos, en la actualidad es uno de los mejores pagados de la plantilla sevillista. Aunque no el que más. La oferta del Chelsea al jugador superaría los seis millones de euros anuales, alrededor del triple de lo que ingresa actualmente.

Lo que le separa de ese sueldo multimillonario es el acuerdo entre los clubes. Algo muy similar a lo que le sucedió el pasado año cuando ya se le daba por vendido al Liverpool. El jugador es especialmente consciente de esto: "Contactos conmigo no habrá nunca hasta que no lleguen a un acuerdo con el Sevilla. Mientras que no tengan algo concreto que no me llamen, porque no quiero que me pase como el año pasado". El verano anterior, el equipo de Benítez ofreció 16 millones de euros por el futbolista. En la actualidad es difícil que el Sevilla le deje irse por menos de 30.

Alves intenta meter prisa a las partes. Si disputa el partido de la ida de la previa de Liga de Campeones, el próximo día 15 frente al AEK, no podrá jugar la competición con ningún otro club.