Lo que vio Mrs. Penrose
La señora Penrose echó a un lado el carrito y repasó su lista interior. Ya estaba todo, ¿no? Ah, no, el papel del baño. Miró el reloj, se acercó con prisa al área de droguería y ya echaba la mano a los rollos de su marca habitual cuando algo que vio al lado la detuvo en seco. ¿Pero eso no era...? No, qué tontería. Cogió su paquete, lo echó al carro, puso el ademán decidido de arrancar... y no logró apartar la vista de los rollos marca Kleenex apilados delante de sus narices. ¿Pero cómo que no era eso? Pues claro que era eso, ¿qué otra cosa podía ser?
El físico de Harvard Peter Lu se quedó parado ante el arabesco de una mezquita durante un viaje por Uzbekistán, hace dos años. ¿Pero no era eso...? Resultaría extraordinario, pero... Sí, definitivamente: eran aquellas simetrías derivadas del dodecágono, ¡las de los teselados de Penrose! Durante los meses siguientes, Lu y su colega de la Universidad de Princeton Paul Steinhardt examinaron miles de fotografías de patrones geométricos islámicos hasta dar con el santuario de Darb-i Imam, construido en Isfahan, Irán, hace 550 años.
Los cristales, siempre se ha dicho, son periódicos: si "pasas revista" a uno, ves la misma forma cada tantos pasos (también la ves si le rodeas, pero eso es en otro cuartel). Lo que el físico y matemático británico Roger Penrose descubrió en los años sesenta fue una fábrica teórica de cristales aperiódicos: les pasas revista y nunca se repiten del todo, aunque conservan una compleja naturaleza recursiva que les permiten compartir muchas propiedades con los cristales.
Para construir un edificio gallinero, el jefe de obra puede comprar los 400 módulos tipo A y largarse al ateneo. Muy distinto será si el arquitecto no ha pintado dos ventanas que se parezcan ni de lejos. Lo asombroso de los "cuasicristales" inventados por Penrose es que se hacen con sólo cuatro teselas: un par de rombos y un par de cuadriláteros llamados "la cometa" y "el dardo". Repetidas en cambiantes orientaciones y configuraciones, los artefactos de Penrose siguen pavimentando el plano hasta marear la conciencia. Al examinar con atención el material de Darb-i Imam, Lu descubrió algunos defectos locales de la pauta geométrica. Pero se dio cuenta después de que a menudo bastaba con voltear una tesela para corregirlos. El físico sonrió. Reparaciones. Todo lo colocan al revés.
-Algunos virus usan los teselados de Penrose para ensamblarse -dije-. ¿Le satisface eso?
-Si es así, gran parte del mérito es de Johannes Kepler.
-¡Kepler!
-Un hombre interesante en verdad. En uno de sus libros hay una página llena de patrones geométricos, patrones aperiódicos, y algunos están realmente muy cerca de mis resultados. No está claro qué pretendía hacer Kepler con ellos, pero creo que él intuía que tenían relevancia para la biología, porque son simetrías no repetitivas, no cristalográficas.
Los mencionados virus no tienen un nombre muy sexy -icosahédricos sin cola con ADN de doble banda-, pero es probable que sean la madre de todos los virus, el 'ur'-virus.
"Roger, ¿estás en casa?, qué situación tan embarazosa, pero dónde en la Tierra se ha metido este hombre, ¿Roger?, ah, aquí estás, good God, simplemente Roger, simplemente no te vas a creer lo que acabo de ver en Sainsbury's...".
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