Una alcaldesa para relanzar a Sumacàrcer
Consuelo Pons, de 49 años, diplomada en Magisterio, titular de la Biblioteca de la ONU ubicada en la Universitat de València, conocida entre sus vecinos como Chelo, es la nueva alcaldesa de Sumacàrcer. En las pasadas elecciones encabezó una lista independiente, Gent per Sumacàcer (GpS) compuesta exclusivamente por mujeres. Carece de antecedentes políticos, aunque fue delegada de CC OO en su trayectoria profesional.
El municipio de Sumacàrcer, ubicado en la zona interior de la comarca de la Ribera Alta, junto al río Júcar, próximo a la presa de Tous, languidece. En los últimos 100 años ha perdido más de un 20% de población. En 1910 contaba con un censo de 1.562 vecinos, repuntó hasta los 1.650 en el año 1960 y desde 1996 no ha hecho más que perder habitantes hasta contar en la actualidad con apenas 1.294 habitantes.
La crisis del pueblo, unida a la de la agricultura -porque su economía está basada exclusivamente en el cultivo de los cítricos- llevó a Chelo a formalizar una candidatura. Cada sábado varios matrimonios amigos mantienen la tradición de reunirse. En una de esas confraternizaciones, en enero, se decidieron: "Hay que hacer algo, y una amiga propuso presentarnos a las elecciones", recuerda Chelo. Sus maridos animaron a sus respectivas mujeres, porque "creyeron que tendría un buen impacto en el pueblo". Como la ley paritaria afecta sólo a los municipios que superan los 5.000 habitantes, no tuvieron ningún problema legal a la hora de presentar una candidatura compuesta por nueve mujeres más otras tres reservas.
Su candidatura logró dos concejalías, las mismas que UV y una más que el PP. Sólo se vio superada por el PSOE que, de la mano del anterior alcalde, obtuvo cuatro escaños. El 27 de mayo Chelo se llevó la sorpresa de su vida: el edil popular, que había anunciado que se votaría a sí mismo, cambió su voto a última hora y la aspirante independiente sumó cinco votos, frente a los cuatro del socialista y alcalde en funciones, José María Peláez.
Con la vara de mando en su mano pretendió repartir las delegaciones entre todos los grupos municipales. UV y PP aceptaron, pero el PSPV las ha rechazado porque prefiere ejercer el papel de oposición. La nueva alcaldesa está dispuesta a revertir el sino de su pueblo, quiere potenciar el turismo rural aprovechando que el Consell lo declaró, recientemente, municipio turístico.
El río, que baja transparente aunque con escaso caudal, y los montes son sus principales atractivos. Varias casas rurales y la próxima construcción de 34 apartamentos de segunda residencia con vistas al Júcar son sus armas para detener la emigración. Sumacàrcer recupera, en los meses de verano, a un buen puñado de vecinos y es visitada por numerosos bañistas, muchos de ellos de origen colombiano. Sus rutas de senderismo, que conectan La Ribera con La Canal de Navarrés, atraen también a turistas ingleses que buscan alternativas diferentes a lo que les pueden ofrecer las cercanas playas de Gandia o Cullera.
Chelo ha repartido la mayor parte del poder municipal con las ediles María Teresa Cerdá (GpS) y Rosa María Estarlich (UV) que tendrán, al igual que ella, una dedicación parcial. La nueva alcaldesa no percibirá sueldo alguno, tan sólo el kilometraje para sus desplazamientos desde Valencia, donde reside. También viven fuera de Sumacàrcer el portavoz socialista, José María Peláez, concretamente en Xàtiva, y el edil de UV, Julio Germán, que lo hace en Paterna, aunque todos ellos están empadronados en su pueblo de origen. Sólo el concejal del PP, Salvador Mínguez tiene residencia estable en Sumacàrcer, pero trabaja en Valencia.
Para este mandato, a Chelo Pons y su gobierno, casi de concentración, le espera el reto de frenar la despoblación del pueblo de Sumacàrcer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.