Mueren un instructor de vuelo y su alumno al estrellarse una avioneta en Villanueva de la Cañada

Un instructor de vuelo de 22 años y su alumno, de 36, murieron en la tarde de ayer tras estrellarse contra un talud la avioneta en la que viajaban, en el término municipal de Villanueva de la Cañada. El aprendiz fue rescatado con vida, pero falleció a los pocos minutos, según fuentes de la Guardia Civil.

La avioneta siniestrada fue encontrada a las 21.06 en un paraje conocido como Las Ventegas, junto de la carretera M-600 y cerca del límite con la población de Quijorna. La aeronave, una Piper PA-38 Tomahawk de la escuela de formación Aero Madrid, se estrelló por causas aún no esclarecidas contra un talud de tierra de unos cinco metros de alto, en una zona de barbecho.

La avioneta tenía previsto su vuelta al aeropuerto de Cuatro Vientos alrededor de las 20.30. Al ver que no regresaba, se esperó un tiempo prudencial de media hora, tras lo cual fue activado el procedimiento de búsqueda. Una señal de radiobaliza localizó la aeronave en Villanueva de la Cañada.

Fuentes del caso explicaron que el instructor tenía 22 años y residía en la capital. Su nombre corresponde a las iniciales L. L. P. Mientras, el alumno, de 36 años, tenía de iniciales H. F. y vivía en Castellón. El profesor llevaba unos meses en la escuela, según un directivo de Aero Madrid.

Al lugar del accidente se desplazaron dos dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, una UVI móvil del Summa y la Guardia Civil del puesto de Villanueva de la Cañada. Los bomberos extrajeron a uno de los ocupantes, que quedó atrapado entre los restos de la avioneta. Los facultativos de la UVI sólo pudieron certificar las muertes.

La Policía Judicial del cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas y los técnicos de Aviación Civil investigan las causas del accidente. Una de las hipótesis que se baraja es que la avioneta, que antes perteneció a la empresa Air Man, sufriera una avería y el piloto decidiera tomar tierra en un descampado, sin llegar a conseguirlo. Fuentes de la Aero Madrid explicaron que los vuelos duran entre 90 y 120 minutos y que terminan antes del ocaso. Ni el instructor ni el alumno comunicaron por radio fallos en el motor ni problemas de navegación. "Estaba acabando ya el vuelo. No sabemos qué les pudo ocurrir. Ahora será la comisión de investigación la que determine lo que ha pasado", concluyó un directivo de Aero Madrid.