Prohibido tocar a Garbajosa

"Tú fintas, tú sales del bloqueo, tú cruzas por la zona y... tú, Jorge, te vas al poste bajo". Es otra de las decenas de jugadas que prepara la selección española de baloncesto en San Fernando (Cádiz), donde el jueves inició la preparación para el Campeonato de Europa, que dará comienzo el 3 de septiembre en Sevilla, Granada, Alicante y Palma.

En los ensayos, en la pista pero sin rival -5 contra 0 se llama en el argot-, participa Jorge Garbajosa. Lesionado el pasado 27 de marzo en un partido de los Raptors en Boston, tras una caída terrible que le produjo una luxación de tobillo con rotura de la cápsula articular y del peroné, Garbajosa sigue un escrupuloso plan de recuperación para robustecer el gemelo de su pierna izquierda, el que tanto menguó después del mes y medio que estuvo inmovilizado. El pívot sólo participa en partidillos en los que ningún defensa le cierra el paso. Tocar a Garbajosa está casi prohibido.

Después de ser operado, parecía imposible que Garbo pudiera estar listo para el Eurobasket. Pero, tras un intenso trabajo, los plazos de recuperación se han acortado. Por si acaso, el seleccionador, Pepu Hernández, le hace participar, tras sus intensas sesiones en el gimnasio, en los entrenamientos conjuntos. No todavía en partidos reales, pero sí en esos simulacros que sirven para refrescar movimientos tácticos y estratégicos. El único plazo definitivo es el que marca la federación internacional: 72 horas antes del inicio del torneo, es decir, el 31 de este mes, día en que cada selección deberá haber hecho oficial el doce con el que disputará la competición.

"Garbajosa es ejemplar por sus ansias de cooperar, de querer estar en el grupo. Pero no deseo forzar su recuperación, que debe ser progresiva, dando pequeños pasos adelante", explica el seleccionador. Uno de los momentos más esperados es cuando los médicos le den el alta. Pepu explica que, de cualquier manera, la decisión definitiva en torno a si el pívot de Torrejón de Ardoz participa o no en el torneo dependerá de otros factores, empezando por su propio convencimiento de poder afrontarlo y continuando por la opinión de los médicos y los técnicos. Los Raptors efectúan un puntual seguimiento de la lesión de Garbajosa y enviaron a España primero a un fisioterapeuta, Ray Chow, y ahora a su preparador físico, Keith D'Amelio, que está en San Fernando.

"Me comería la pista, pero hay que tener paciencia", sentencia Garbajosa, que trata de tomárselo con filosofía: "Si estoy bien, jugaré. De lo contrario, sin traumas, me dedicaré a apoyar al equipo desde fuera de la cancha".

Pau Gasol ha destacado el papel que desempeña Garbajosa en la selección. El pívot de Memphis Grizzlies reconoce en su compañero cualidades muy importantes para el funcionamiento del resto del grupo. "Jorge aporta cosas en la pista que los demás jugadores no tienen", afirmó antes de añadir que confía en su recuperación. "Le veo bien, con ganas. Lleva tiempo trabajando duro y fuerte. Esperemos que llegue, que su tobillo responda para poder jugar al ciento por ciento", concluyó.

Navarro, "secuestrado"

Al igual que España, otras selecciones participantes en el Eurobasket ya han comenzado sus concentraciones. Es el caso de Alemania, que está en Palma de Mallorca para preparar el torneo. El equipo de Dirk Bauermann aterrizó en la ciudad balear con la ausencia de su gran estrella, Dirk Nowitzki, que se demorará unos días a la espera de que la federación alemana y su equipo, Dallas Mavericks, solucionen unos problemas con el seguro médico del jugador. España y Alemania se enfrentarán en partidos amistosos los días 22 (Valencia) y 28 (Palma).

Otro jugador que tiene asuntos pendientes con la NBA es Juan Carlos Navarro. El escolta declaró ayer sentirse "secuestrado" por Washington Wizards. La franquicia estadounidense, que posee los derechos del jugador en la NBA, duda todavía si contratarlo o traspasarlo a otro equipo. El plazo para Navarro termina el próximo viernes. Si en estos tres días no se decide su futuro, el Axa Barcelona, su actual club, volverá a situar su cláusula de rescisión en los 10 millones de dólares (unos 7,3 millones de euros).