Touriño prefiere limitar los sueldos de los alcaldes con un acuerdo municipal

El presidente Emilio Pérez Touriño rechazó ayer la propuesta del PP de regular por ley las retribuciones de los alcaldes y concejales y se mostró partidario de impulsar un "acuerdo de autorregulación" a través de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). Touriño ironizó sobre la iniciativa de Núñez Feijóo, que "a veces parece que se ha caído de un guindo" e ignora "que hay una cosa que se llama autonomía municipal". Tras el último Consello antes de las vacaciones Touriño reveló que la Xunta trabaja para prevenir apagones como el de Barcelona.

El líder del Partido Popular en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, anunció el lunes que propondría a los demás grupos políticos una reforma de la legislación local para fijar un tope máximo en las retribuciones de alcaldes y concejales. Feijóo cifró entonces entre un 25% y un 60% el incremento de los costes salariales de los políticos locales tras las elecciones de mayo y atribuyó este repunte, "a todas luces desproporcionado", a la formación de gobiernos de coalición integrados por varios partidos.

Touriño recurrió a la ironía para replicar al presidente popular y calificó de "magnífico" que el PP esté "lleno de nuevas propuestas", porque es un partido que gobernó muchos años en Galicia y "hasta ahora no se había enterado de lo que cobraban los alcaldes". Debe haber sido ahora, añadió, "al ver lo que cobraba la alcaldesa de Sanxenxo, que el señor Núñez Feijóo se ha enterado de lo que los alcaldes cobran". "Hay quien parece que se cae de un guindo, como si estuviera por primera vez al frente de responsabilidades de Gobierno", añadió.

Autonomía local

"A veces hay que recordar, incluso al PP, que hay una cosa que se llama autonomía local y que está en las leyes", explicó el presidente de la Xunta. Los municipios, insistió, forman "otra administración autónoma con su propia responsabilidad política y legal".

Touriño aseguró que lo más "prudente" sería impulsar desde la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) un "acuerdo de autorregulación que introduzca racionalidad y unos criterios válidos para todos los municipios" que respeten al mismo tiempo la autonomía municipal protegida por el ordenamiento jurídico.

"Sería bueno y necesario", insistió, "y así lo debemos estimular" desde el Partido dos Socialistas de Galicia con el fin de evitar "que se produzca esta situación cada cuatro años cuando hay elecciones".

El presidente de la Xunta aprovechó también para reiterar que no volverá a impulsar un proceso de reforma del Estatuto de Autonomía que "conduzca al fracaso". "Ese proceso ya lo vivimos", explicó. "Hubo un partido que puso un veto, y tienen que cambiar las condiciones para que ese veto no se vuelva a producir".

Touriño abundó en sus palabras del 25 de julio y volvió a mostrarse convencido de que "los ciudadanos van a profundizar su apoyo a las fuerzas galleguistas comprometidas con la reforma del Estatuto". "Espero que suceda en las generales y que la España plural comprometida con las reformas sirva para tomar nuevas fuerzas en Galicia", concluyó.

El presidente defendió también la reciente reforma de la Función Pública, incluida la disposición adicional que consolida retribuciones a los altos cargos. Touriño, visiblemente molesto por las críticas que la medida está recibiendo por parte de algunos medios, recordó que la administración central ya hizo lo mismo en el año 1991 y que la regulación es idéntica a las adoptadas en su día por las comunidades autónomas de Cataluña, País Vasco o Andalucía. "Estamos a la cola en retribuciones", subrayó, una situación que sólo sirve para tener "una mala administración y no poder competir con las empresas privadas o con los municipios", que pagan mejores sueldos que la Xunta.

En la misma rueda de prensa, la última tras el Consello de la Xunta hasta finales de agosto, Touriño reveló que la Consellería de Industria trabaja para prevenir que en Galicia no se produzcan apagones como el registrado esta semana en Barcelona. El abastecimiento de la red eléctrica gallega, precisó Touriño, depende de tres subestaciones "estratégicas".