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La ciudad averiada

El PSC critica las trabas de alcaldes de CiU a la línea de muy alta tensión

La polémica interconexión eléctrica con Francia, asunto que divide a los grupos que apoyan al Gobierno, ha vuelto a emerger con fuerza tras el apagón de Barcelona. Los incidentes en la capital catalana han coincidido con la visita de los técnicos de Red Eléctrica Española a varios municipios de Girona para firmar las actas de expropiación de los terrenos. Allí se han encontrado con todo tipo de protestas y trabas por parte de vecinos y alcaldes. Algunos de éstos, de CiU, han desoído las consignas de la dirección del partido y ello fue utilizado ayer por el PSC para cargar contra Artur Mas, a quien acusan de "falta de liderazgo".

Al margen de las críticas socialistas, los alcaldes de varias localidades han logrado retrasar las obras obligando a suspender la firma de las expropiaciones. El método ha sido sencillo: no han permitido a REE la utilización de los locales municipales para las firmas. De este modo, la compañía se ve obligada a convocar un segundo encuentro con los afectados, que debe notificarles por carta certificada y con un mínimo de un mes de antelación.

Indemnizaciones

Los alcaldes consiguen así tiempo, añaden más presión a la compañía y obligan a Red Eléctrica a buscar un local privado para hacer los trámites. Viladrau, Sant Hilari Sacalm, Santa Coloma de Farners, Osor, Brunyola, Anglès y Bescanó son los municipios gerundenses afectados por el tramo Sentmenat-Bescanó de la línea, el único que cuenta ya con la aprobación del Consejo de Ministros des de el pasado mes de febrero.

Los trámites de expropiación comenzaron el 17 de julio en Viladrau y terminaron ayer en Bescanó. Todos, a excepción de Viladrau, han cerrado las puertas de sus ayuntamientos a Red Eléctrica el día previsto para iniciar las expropiaciones. En Viladrau sí llegó a celebrarse la reunión, pero sólo uno de los tres propietarios afectados decidió aceptar una indemnización de 24.000 euros. Los otros dos rechazaron la oferta de Red Eléctrica. Consideraban que el destrozo de sus fincas no se veía suficientemente compensado con unas cantidades que no superaban los 30.000 euros.

A este pulso de fuerza se ha unido también la plataforma No a la MAT, que ha protagonizado concentraciones a las puertas de todos los consistorios afectados. Cada mañana, con cacerolas, pitos y pancartas, ha protestado contra la instalación de una infraestructura que considera innecesaria porque consideran que no está pensada para abastecer la zona, sino para comercializar en España y el norte de África el excedente energético de las nucleares francesas.

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