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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Ulrich Mühe, el actor protagonista de 'La vida de los otros'

Forjado en el teatro, triunfó en televisión y cine en la Alemania unificada

Sus familiares quisieron cumplir su última voluntad y le dieron sepultura en la mañana de ayer en la pequeña localidad sajona de Walbeck.

También ayer anunciaron la muerte del actor con una escueta nota en la que pedían "comprensión a sus amigos y colegas". Fue el domingo, en Walbeck, a causa de un cáncer de estómago que Ulrich Mühe sufrió en secreto hasta el pasado fin de semana. El mismo día en que murió, a los 54 años, aparecía una entrevista en la que por vez primera explicaba en público la gravedad de su estado.

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Fuera de Alemania, Ulrich Mühe es conocido sobre todo por su trabajo en La vida de los otros. Como el resto del elenco principal, Mühe rebajó sustancialmente su caché para poder participar en la película de un estudiante, el perfecto novato Florian Henckel von Donnersmarck, que le ofreció representar en ella al capitán Gerd Wiesler de la Seguridad del Estado (Stasi) de la antigua República Democrática Alemana (RDA). Fue ese papel protagonista el mayor y último éxito de Ulrich Mühe.

Estrenada el año pasado en Alemania, La vida de los otros ha obtenido numerosos premios, entre ellos, el Oscar 2007 a la mejor película en lengua extranjera. En el filme, el agente HGW XX/7 de la Stasi encarnado por Mühe atraviesa un proceso de cambio que le lleva a actuar en contra de sus convicciones iniciales y a ayudar a la persona sobre cuya vida le ordenaron levantar un acta minuciosa. La cinta obtuvo excelentes críticas en todo el mundo y es una de las películas con más éxito de taquilla del cine alemán reciente.

La sombra larga de la Stasi enturbió también la vida del propio actor, que en el libro publicado para el estreno de la película acusa a la que fue su esposa durante la dictadura de haber trabajado para la Stasi como "colaboradora informal" de los temibles servicios secretos. A la publicación siguió un pleito con el que Jenny Gröllmann, actriz también de prestigio, logró que el tribunal ordenase la supresión de los párrafos del libro en los que se aludía a sus supuestas actividades como denunciante. Si bien es casi imposible dirimir hoy en qué grado colaboró Gröllmann con la Stasi, lo cierto es que el pleito y la discusión pública entre los ex esposos impactaron a ambos con dureza. Jenny Gröllmann murió, también de cáncer, un año antes que su ex marido.

Nacido en 1953 en Sajonia, en la desaparecida RDA, Ulrich Mühe comenzó su carrera en la escuela de teatro Hans Otto, de Leipzig. Durante sus primeros años como actor trabajó en los eminentes teatros del Berlín oriental Volksbühne y Deutsches Theater. Ya entonces comenzó a actuar en cine y televisión. Sobre su época de actor bajo el régimen dictatorial de la Alemania del Este, Mühe declaró que "el teatro era el único lugar de la RDA donde no se mentía a la gente; era como una isla". Además, la RDA tenía la ventaja de que "allí lo importante eran los personajes y no el valor como estrella de los actores".

Es evidente que supo adaptarse a la reforma del sistema de teatros y producciones cinematográficas tras la caída del Muro en 1989. En la Alemania unificada, Mühe conquistó a millones de espectadores representando al médico forense Robert Kolmaar en la serie El último testigo, que se emite en el canal público ZDF desde 1998. Destacó, además, en varias películas protagonizadas junto a su última esposa, Susanne Lothar, entre ellas, la perturbadora Funny Games, de Michael Haneke.

En cuanto a su relación con la antigua República Democrática, Ulrich Mühe reconoció semejanzas con la historia del agente Wiesler. De su simpatía inicial por la dictadura del "Estado socialista de los obreros y los campesinos", Mühe pasó a una oposición expresada en 1989 en el centro de Berlín oriental ante medio millón de manifestantes contrarios al Gobierno. Susanne Lothar describió la identificación entre el actor y su personaje con la frase "Ulrich es esta película".

La canciller Angela Merkel encomió ayer las cualidades artísticas de Mühe, que "fascinó como pocos al público y a la crítica con la naturalidad de sus actuaciones". Para el presidente alemán Horst Köhler, el trabajo de Mühe "es un retrato de la historia alemana que incluye su desgarro interior". La vida de los otros, concluyó Köhler, "fue también su vida, que ahora ha terminado demasiado pronto".

Fotograma de Ulrich Mühe en <i>La vida de los otros.</i>
Fotograma de Ulrich Mühe en La vida de los otros.

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