'Hollywood soccer'
Beckham debuta con los Galaxy ante un público entregado y la presencia de Tom Cruise, Eva Longoria y Arnold Schwarzenegger
La Beckhamanía ya es real en Estados Unidos. En realidad sólo ha sido un amago, apenas el cuarto de hora final sobre el césped en un amistoso, pero David Beckham ya ha jugado en Estados Unidos, su nueva residencia. Aún renqueante de su última lesión de tobillo, no podía defraudar. Había demasiada expectación y el inglés hizo acto de presencia con Los Ángeles Galaxy, su nuevo equipo tras el Real Madrid. Ocho toques de balón, incluidos dos centros y un córner de su marca, completaron un breve pero histórico capítulo que excede con mucho a lo meramente futbolístico. Más de 300.000 camisetas vendidas, un sinnúmero de anuncios publicitarios y despliegues televisivos dan fe.
Nunca un partido tuvo tan poco interés, porque toda la atracción estaba en el banquillo. Nadie se fijó en los jugadores titulares que salían al campo, porque cientos de cámaras y ojos seguían a David Beckham. Y lo siguieron haciendo numerosas veces durante el encuentro que el Chelsea dominó sin demasiado esfuerzo hasta ganar por 1-0. Pero nunca el resultado de un amistoso, y ya es decir, importó tan poco. Lo destacable fue que el campo de Carson, la localidad californiana cercana a Los Ángeles donde tiene su sede el Galaxy, puso el toque de Hollywood con alfombra roja incluida y por allí desfilaron desde la mujer de David, Victoria, hasta el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, pasando por Eva Longoria y toda la familia de Tom Cruise, su madre, su esposa y su hija, entre otras estrellas de Hollywood. El actor voló desde Alemania en su avión privado para estar 24 horas después en la fiesta de bienvenida a los Beckham, con 600 invitados.
"Tengo el tobillo dolorido, pero estoy feliz, el ambiente ha sido increíble"
Eran las ocho menos cuarto de la tarde del sábado, cinco menos cuarto de la madrugada de ayer domingo en España. A los 77 minutos del partido, cuando el central del Chelsea, Terry, el jugador mejor pagado de Inglaterra, ya había marcado con un tiro desde la raya del área y Malouda, su fichaje del Olympique de Lyón, había mostrado su calidad, debutó Beckham. Los 25.000 espectadores de un campo abarrotado se pusieron de pie y aplaudieron aún más. Ya lo habían hecho cuando a los 65 el jugador inglés se levantó del banquillo para calentar. Asustó al respetable al marcharse apenas cinco después a los vestuarios para reforzar el vendaje de su tobillo izquierdo, aún resentido desde su lesión el pasado 6 de junio con Inglaterra, pero volvió, se quitó la parte de arriba del chándal y saltó al campo. Incluso hubo pitos porque tardó más de tres minutos en tocar el balón. Pero el Chelsea lo tenía y la rara magia que se vivía no tenía ningún encanto de Hollywood.
Al fin, tras un amago, pudo conectar uno de sus centros largos y cruzados, cortar incluso en defensa cuatro veces, e incluso llevarse un golpe en el tobillo sano, el derecho, al disputar el balón. Mourinho, el técnico del Chelsea, había dicho con su sorna habitual que "no sería agredido". Pero sus gestos de dolor por el tobillo izquierdo eran evidentes. Estaba sólo para la galería. Mañana martes difícilmente jugará contra el Pachuca en uno de los partidos del torneo amistoso mexicano-estadounidense que se ha programado por estas fechas. Y le queda un arduo trabajo para levantar a un Galaxy que ha ganado tres partidos y lleva perdidos 12.
"Creo que ha sido un gran día para el club el tener a un rival como el Chelsea aquí y un placer para mí haber podido salir a jugar aunque sólo sean 15 minutos", dijo el ex capitán de la selección inglesa al terminar el encuentro. Y agregó: "Tengo aún el tobillo dolorido, no me he entrenado desde que he venido y creo que no me recuperaré hasta dentro de una o dos semanas. Pero estoy feliz, el ambiente ha sido increíble y espero que se repita en todos los sitios donde juegue".
Y se fue al vestuario tras aplaudir a las cuatro gradas repletas de público. A prepararse para la fiesta de Tom Cruise. Hollywood es Hollywood.
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