El primer revés para Hamilton

Había concluido el primer tramo del circuito y enfocaba ya la zona de curvas rápidas de Nürburgring cuando Lewis Hamilton sufrió el primer incidente serio en un gran premio de fórmula 1. Iba a gran velocidad, a más de 250 km/h, y se disponía a afrontar la curva 8, bastante abierta y hacia la izquierda, cuando su rueda delantera derecha se desmoronó en décimas de segundo. Aunque intentó desesperadamente recuperar el control del coche, no pudo impedir que su McLaren se fuera recto hacia los neumáticos que protegían el muro. El impacto fue brutal. Toda la parte delantera del coche quedó destrozada y Hamilton comenzó a mover las piernas dentro del habitáculo del piloto, como queriendo certificar que el dolor que sentía no era consecuencia de ninguna rotura.

"Sólo tiene golpes. Nada hace pensar que no pueda tomar la salida", dijo Ron Dennis

Al piloto británico, que si se recupera partirá el décimo, se le reventó una rueda

Al final, después de varios minutos, con la ayuda de un par de comisarios, Hamilton salió del coche, pero cuando intentó mantenerse en pie no pudo. Se agarró a los comisarios y fue cayendo de rodillas. Después fue trasladado en camilla hasta el hospital. Se temió lo peor. Sin embargo, poco más tarde, Ron Dennis confirmó que el piloto había salido ileso del accidente. "No ha sufrido ninguna rotura, sólo algunos golpes y el efecto del impacto. Está en observación. Pero nada hace pensar que no podrá correr mañana", sostuvo Dennis. El patrón de la escudería McLaren clarificó también que no se había tratado de un fallo mecánico del coche, sino sólo de la pistola a presión utilizada para enroscar la tuerca de la rueda. "No fue un fallo de los mecánicos", matizó Dennis, "lo que falló fue la pistola, que dejó la tuerca mal fijada

[como consecuencia la llanta quedó suelta y destrozó el neumático]. Y es extraño, porque la misma pistola fue la que se utilizó en el coche de Alonso y, en cambio, en este caso no hubo ningún problema".

Descartados males mayores, la primera consecuencia del accidente fue que Lewis Hamilton quedó relegado al décimo lugar en la parrilla y, por primera vez, afrontará de entrada una situación realmente complicada. Hasta ayer, y ésta será la décima carrera del calendario, nunca se había caído más allá de la segunda línea. Parece difícil que pueda mantener su estadística de subirse al podio en cada carrera e igualar el récord de 10 consecutivos que comparten Michael Schumacher y Fernando Alonso. Ayer, sin embargo, Ron Dennis anunció que Hamilton saldría desde el pit lane, pero acabó rectificando: "El coche ha quedado dañado, pero no en sus partes fundamentales: no tendremos que cambiar el motor ni la caja de cambios. Por tanto, podremos mantener la posición en la parrilla". Si finalmente esto se confirma, Hamilton saldrá con el depósito casi vacío, sin poder aprovechar, por el tráfico, la mayor punta de velocidad que eso le dará.

Sin Hamilton en el horizonte, la pole position fue para Kimi Raikkonen, que compartirá la primera línea con Alonso. En la segunda estarán Felipe Massa y Nick Heidfeld (BMW). "Lo más importante es que Lewis está bien y que podrá correr", subrayó el piloto español. "Tampoco creo que sea una oportunidad de oro", prosiguió el asturiano, que cometió un leve error pero pudo controlar su coche y evitar un trompo en su vuelta rápida. "Quedan ocho carreras y circunstancias como la de hoy [por ayer] se repetirán. Espero que no sean accidentes, pero tanto Hamilton, como yo y los dos Ferrari, tendremos abandonos y problemas. Cuando llega la mala suerte, los demás intentan aprovecharlo. Y en la carrera puedo sumar unos puntos que pueden ser buenos para mí en la clasificación".

Hasta ahora, Hamilton era el único de los cuatro contendientes por el título que no había tenido problemas serios. Lleva dos carreras ganadas y nunca se ha bajado del podio. Alonso acumula, en cambio, dos séptimos puestos y un quinto; Massa no sumó puntos en Canadá, donde fue excluido por saltarse el semáforo en rojo en la salida del pit lane; y Raikkonen abandonó en España por un problema eléctrico en el alternador. La carrera alemana no sólo puede endurecer la batalla entre Alonso y Hamilton, sino que, probablemente, igualará la lucha por el título.