Una clase media con extremos

Una encuesta del Centro de Estudios Andaluces hecha pública esta semana constata que el tejido social andaluz es cada vez más permeable. El 86,8% de la población tiene una vivienda en propiedad, el 40,7% trabaja ininterrumpidamente y más del 90% terminó la educación secundaria. Con formación, ambición y esfuerzo, según las conclusiones del estudio, se pueden ir escalando posiciones hasta alcanzar esa zona en la que no están permitidos los excesos pero se vive sin demasiados sobresaltos. No obstante, sigue habiendo diferencias.

El 43% de los hogares ingresa entre 600 y 1.800 euros al mes, como el matrimonio formado por Carlos Gil y Carmen Herrada, que con 1.400 euros mensuales, sacan adelante a sus dos hijos, de cinco y dos años. Reconocen que no pueden ahorrar ni irse de vacaciones. Ellos representan al perfil del andaluz medio, según los datos de la encuesta.

Sergio Moreno, soltero de 32 años, está entre ese privilegiado 3,7% que ingresa más de 3.001 euros mensuales. Director de una editorial y con 15 trabajadores fijos a su cargo, vive pegado al móvil y a dos ordenadores con conexión a Internet. Trabaja de 10 a 12 horas al día, pero cuando quiere desconectar se escapa una semana a la República Dominicana.

Un lujo que no está al alcance de Vanesa Alcántara, una joven de 21 años con dos hijos a su cargo y embarazada del tercero. Ha sufrido cuatro operaciones de columna que suponen un obstáculo más para encontrar trabajo y sólo ingresa los 145 euros al mes de su paga de orfandad. Sobrevive "de milagro" con la ayuda de su madre y los 430 euros de su pensión de viuda. "Así es casi imposible salir adelante".