Recuerdos de la RDA
Emilio Gutiérrez Caba, protagonista de la obra La mujer de negro (que regresa el 5 de septiembre al teatro Infanta Isabel de Madrid), rememora un viaje a la antigua República Democrática Alemana.
¿Cómo consiguió entrar?
Corría 1980, me ofrecieron viajar como parte de una delegación y no lo dudé.
¿Pudieron ver Berlín Este?
Vimos varias cosas, aunque los guías nunca se despegaron de nosotros. Incluso vigilaban el sitio donde nos alojábamos en Alexanderplatz, un hotel muy soviético. Vamos, que era muy alto y muy feo.
¿Qué les dejaron visitar?
Recuerdo que fuimos a la Isla de los Museos y entramos en el de Pergamo, que te deja sin palabras, sobre todo por el patrimonio mesopotámico que atesora. Paseábamos mucho por esas calles de belleza tan prusiana, aunque entonces estaban muy mal conservadas.
¿Algún otro 'tour guiado'?
Recuerdo que una noche nos llevaron a cenar al restaurante giratorio de la enorme torre de la televisión. El procedimiento era tremendo: como tardaba una hora en dar
una vuelta entera, era obligatorio cenar en 45 minutos y disponer los otros 15 para charlar y disfrutar las vistas. Espero que no sigan siendo tan minuciosos.
¿Lograron salir de Berlín?
Pudimos ir a Schwerin, una ciudad pequeñita del norte, con mucho encanto. Está a orillas de un lago, y el Museo Estatal tiene una colección importante de pintura flamenca.
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