"Si a un político le va mal, es que su oferta no interesa"
El despacho del decanato de la Facultad de Políticas de Santiago es sobrio y luminoso.
Nieves Lagares, especialista en demoscopia, defiende a ultranza la paridad, porque aún se necesita "una mayor situación de poder de las mujeres", en especial en los órganos de decisión de los partidos políticos, explica.
Pregunta. Otra mujer que alcanza el decanato en la Universidad. ¿Es un paso importante en el camino de la igualdad?
Respuesta. Es un paso más, obviamente. Pero cada vez será más rápido. Cuando yo llegué sólo éramos dos y ahora ya son seis decanas y una directora de centro en la USC.
P. Pero el rectorado aún queda lejos.
R. Esperemos que no. Yo tengo fe en que caerá más pronto que tarde.
"No tengo datos para asegurar que la juventud esté desencantada, aunque existe cierta decepción frente a los políticos"
"Mientras no existan mujeres que decidan quiénes van a estar en los cargos públicos será necesaria la ley de paridad"
P. Usted dijo que un decano es un profesor que no hace nada relevante. ¿Y una decana?
R. (Sonríe) Un decano o una decana, da igual. Me refería al trabajo burocrático, al tiempo que se pierde en la gestión diaria.
P. ¿Peca usted de modesta?
R. No.
P. Será porque también aseguró que la discreción y la modestia se interpretan como debilidad.
R. Sí, puede interpretarse así, pero no creo que ninguna de esas dos actitudes sean muestras de debilidad.
P. Ciencias Políticas parece una carrera de difícil encuadre laboral.
R. No lo es. Puede haber una cierta confusión sobre cuáles son las salidas profesionales de nuestros titulados porque estamos ante un título muy interdisciplinar y muy versátil, que permite aportar profesionales a áreas muy diversas en una sociedad aún en proceso de modernización.
P. La gente piensa que aquí se licencian para ejercer de político.
R. No, en absoluto. Hay un campo muy importante en la gestión pública, pero también tienen espacio en la empresa privada.
P. ¿Por qué ha tardado en imponerse esta carrera en España?
R. Cuarenta años de régimen autoritario no facilitaron las cosas para que se impulsasen los estudios sobre política.
P. En su facultad estudian más mujeres que hombres. ¿Por qué sigue siendo necesaria una ley de paridad?
R. Porque aún se necesita una mayor situación de poder de las mujeres, sobre todo en los órganos de decisión de los partidos políticos. Mientras no existan mujeres que decidan qué hombres o mujeres van a estar en los cargos públicos será necesaria esa ley.
P. ¿Los profesores de Políticas son objetivos a la hora de impartir las materias o les puede su ideología personal?
R. Hablo por mí. Procuro ser lo más objetiva posible y trato de transmitirlo como una actitud científica a mis alumnos.
P. Acabamos de pasar unas elecciones municipales y, según las encuestas, la juventud se ha quedado en casa. ¿Qué pasa?
R. Creo que ha existido un claro síntoma de descontento general, que la abstención ha sido más política que otras veces. Quizás porque estas elecciones locales han estado muy contaminadas por la fuerte confrontación de los dos principales partidos a nivel estatal.
P. ¿La juventud y la Universidad están despolitizadas.
R. No lo creo.
P. ¿A los universitarios les interesa más la competencia laboral y pasan de votar?
R. Existe una gran preocupación por lo laboral, pero en relación con la política depende de con qué época se compare. No tengo datos precisos para asegurar que la juventud universitaria esté desencantada de forma generalizada, aunque existe cierta decepción frente a los políticos.
P. ¿Gobiernan las encuestas?
R. No. Las encuestas son un instrumento más a la hora de hacer política, de preparar una campaña electoral, de que un candidato se enfrente a la ciudadanía. Si realmente queremos vivir en una auténtica democracia participativa, se debe atender a las demandas de los ciudadanos, escuchar qué es lo que quieren u opinan. Para esto son fundamentales las encuestas.
P. Entonces, acabarán decidiéndolo todo.
R. No. Hay que saber interpretarlas para crear un producto político adecuado a la demanda o a las inquietudes del ciudadano.
P. ¿Por qué se equivocan tanto en Galicia?
R. Si están bien hechas no se equivocan. Hay que entender que no son un instrumento para predecir resultados electorales, se hacen para medir un determinado estado de opinión. Muestran tendencias.
P. ¿Todo depende de la interpretación de los resultados?
R. Hay que saber interpretarlas y hay que tener constancia no sólo de los datos que reflejan, sino de cómo funciona la política o el ámbito social a que se refieren. El conocimiento de las claves es esencial a la hora de valor los resultados.
P. Éramos más felices sin sondeos de opinión.
R. No sé por qué. A mí eso no me afecta.
P. A los poderes públicos, sí.
R. Puede, pero hoy los políticos están más preocupados por la comunicación que por la estrategia política. Esto pesa más, incluso, que la ideología. Y confunden la estrategia con la táctica, lo que les lleva a desvelarse más por el titular de prensa que por la demanda real de los ciudadanos.
P. Las encuestas siempre serán culpables.
R. No. Cuando a un político le va mal no es que las encuestas fallen, es que su oferta no interesa a los ciudadanos.
EXPERTA EN ESTRUCTURAS DE LOS PARTIDOS
Nieves Lagares Diez llegó hace dos años y medio al decanato de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la universidad compostelana. Es de las primeras mujeres que alcanza este puesto en Galicia y ha conseguido ganarse el respeto de amplios sectores sociales e intelectuales del país. Nacida en A Coruña en 1966, es experta en los estudios de formación y estructura de los partidos políticos y en cuestiones relativas a la mercadotecnia política. Forma parte del equipo de expertos que anualmente elabora el Barómetro Galego. Ha estudiado a fondo el PP, sobre todo bajo la presidencia de Manuel Fraga, y ha publicado el libro 'Génesis y desarrollo del Partido Popular en Galicia'.
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