Una historia de amor entre muertes y asesinos

Un viaje en el metro de Madrid y un encuentro casual entre dos amigos que llevaban 12 años sin verse fue el germen que disparó las primeras páginas de Deudas pendientes (El Tercer Nombre), la novela con la que Antonio Jiménez Barca (Madrid, 1966) debuta en el género policiaco. Es una historia de adolescencia, la de tres jóvenes de un barrio marginal de la ciudad, y un amor que se quedó en el camino. Con el paso del tiempo, los amigos pierden todo contacto, pero el día en que casualmente se encuentran, uno de ellos es asesinado.

Con la novela, Jiménez Barca, redactor de EL PAÍS, ha ganado el premio Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela policiaca en español, que concede la Semana Negra de Gijón. El premio fue compartido con el argentino Ernesto Mallo por La aguja en el pajar. El escritor mexicano Juan Hernandez de Luna fue el ganador del premio Dashiel Hammett a la mejor novela policiaca en español con Cadáver de ciudad. El premio Espartaco a la mejor novela histórica fue para Alfonso Mateo sagasta por El gabiete de las maravillas.

La muerte de Frank Sinatra, en 1998, tuvo que ver mucho con Deudas pendientes: ese día al autor se le ocurrió la idea para esta obra: "No quería contar una historia de detectives y asesinos al uso y le di una vuelta más para que fuese uno de los testigos el que cobrase el papel protagonista. No es más que una historia de amor rodeada de muertes y asesinos". Madrid y especialmente el barrio de San Blas, tienen un papel primordial en Deudas pendientes. "Las condiciones de vida en ese barrio, en el que yo viví, no fueron fáciles".

En el transcurrir del relato los personajes buscan una segunda oportunidad de manera desesperada. "El pasado siempre nos persigue y, a veces, la mayoría, nos alcanza. Unas veces para bien y otras resulta nefasto", puntualiza.

¿Qué hay del reportero que es usted en la novela? "La narración de algunos sucesos de los que no necesitaba documentarme porque los había presenciado como periodista. Como escritor he succionado algunos elementos que tengo como periodista, pero he tratado de separar ambos aspectos de mi vida. No hay nada peor que un escritor metido a reportero".

Está escribiendo una nueva novela y no tiene previsto centrarse en el género negro, porque a él en literatura le gusta todo. Lo que más le ha interesado de las obras escritas en los últimos años ha sido la trilogía Verdes valles, colinas rojas, de Ramiro Pinilla, un auténtico historión.