Centrales térmicas

Desearía expresar mi profundo desacuerdo con los proyectos de instalar en Málaga dos centrales térmicas de ciclo combinado a gas y gasóleo por el Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, una en el PTA (parque tecnológico andaluz) y otra en la desembocadura del río Guadalhorce.

Según Greenpeace, estas centrales emitirán más de 2.000.000 de toneladas de CO2 a la atmósfera. Si a esto sumamos un aeropuerto de gran tráfico -que ahora se amplía-, el intenso tráfico rodado, la Cementera de la Araña y otras industrias situadas alrededor de barriadas muy pobladas, veremos a Málaga convertida en una de las ciudades más contaminadas de España, a sus habitantes en unos de los más expuestos a la contaminación que sin lugar a dudas les pasará su factura y al turismo, su principal riqueza, aún más perjudicado. Además, estas centrales apenas darán para 30 puestos de trabajo.

Según informes, emitirán gases como 100.000 coches durante 10 kilómetros en una hora, aparte de afectar nuestra salud, aire y aguas; destruirá el Paraje Natural del río Guadalhorce por las altas temperaturas que alcanzará su agua y nuestras playas, por la posibilidad de vertidos. Además, la del PTA, estará junto al embalse de los pilones, contaminando así el agua que se suministra a Málaga.

Nuestras autoridades deberían invertir en centrales solares como las de Sanlúcar la Mayor en Sevilla y otras ciudades, en eólicas, biomasa, etcétera. Combinando, para mayor eficiencia, estas renovables. También deberían empezar a hacer una buena gestión de los recursos, atenuando la enorme agresión a la que los estamos sometiendo. Hay proyectados parques eólicos en la provincia de Málaga que darán 1.500 MW (¿para que las térmicas?) Greenpeace, en su informe Renovables 100%, afirma que Andalucía podría autoabastecerse totalmente con renovables e incluso podría exportar energía al resto de la Península. ¿Por qué nos dicen nuestras autoridades que España apuesta por el cumplimiento de lo acordado en el protocolo de Kioto y luego tienen una política energética basada en centrales térmicas?

Nos sentimos engañados y exigimos a nuestras autoridades que cumplan con el artículo 45 de nuestra Constitución: "Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo...".