"Me parece mal que concejales del PNV no hayan tomado posesión de sus cargos"
José Luis Bilbao (Bilbao 1957) ha iniciado esta semana su segundo mandato como diputado general de Vizcaya, al frente de un gobierno monocolor del PNV.
Pregunta. ¿Por qué no se ha conseguido un pacto con Ezker Batua, que le habría dado la mayoría absoluta en las Juntas Generales?
Respuesta. Cuando nos sentamos en la mesa, vimos unas diferencias muy importantes: están en contra del plan de residuos urbanos, del de carreteras, de cualquier política fiscal, del plan foral de vivienda. Ha sido imposible.
P. Pero se ha intentado también un apoyo externo.
R. Lo que tenemos es una línea preferente de interlocución y negociación, si es posible. Pero hasta ahí.
P. Por lo que se ve, el tripartito no tiene mucho futuro en Vizcaya, a diferencia de lo que dice el Gobierno vasco.
"Aquí el funcionamiento de los responsables públicos es absolutamente correcto. Nadie lleva mochilas ni se le queda nada entre las uñas"
"No tengo preferencia por ningún pacto. Hablar de transversalidad, de mayorías 'abertzales' o constitucionalistas, son frentismos"
R. El tripartito en el Gobierno vasco tiene absoluto sentido y está funcionando. En Vizcaya, pues... Eusko Alkartasuna, con un juntero, es lo mismo para gobernar. Lo de Ezker Batua ya lo he comentado. El tripartito no tiene viabilidad aquí, pero eso no significa que no lo tenga en otros sitios.
P. Las relaciones con EA en Vizcaya han empeorado.
R. Ha habido un problema muy serio. Los socios del tripartito habíamos llegado a un acuerdo de respetar la lista más votada y, en Vizcaya, tanto Ezker Batua como EA lo han incumplido. En Muskiz, Gorliz, Busturia, Arteaga, el alcalde debía ser del PNV pero lo han impedido. Ha sido muy grave y no he visto ningún movimiento para corregir eso.
P. En el nuevo gobierno foral no ha habido grandes cambios.
R. Ha habido algunos. Pero he tenido un equipo que ha hecho las cosas razonablemente bien y la mayoría continúa. Hay cuatro mujeres: la ley de igualdad no nos afecta como gobierno, pero es una tendencia que hemos cuidado.
P. El cambio más importante ha sido en Obras Públicas, con la salida de Eusebio Melero, quien vivió varias polémicas como el atropello mortal de dos niños o los atascos por el hielo.
R. No tiene nada que ver ni con los hielos ni con las historias. Son cosas que pasan y al que está ahora también le puede ocurrir. No es ningún castigo, ni pérdida de confianza, ni ajuste de cuentas porque hayas hecho mal las cosas.
P. Hace cuatro años anunció medidas contra el fraude fiscal y ahora ha prometido la declaración de bienes de los altos cargos. ¿Toca ahora luchar contra la corrupción?
R. No. El fraude fiscal es un compromiso que lo mantenemos. Ahí están los 45 expedientes mandados a la Fiscalía por delito. Con la corrupción no vamos a andar de policías. Creo que aquí el funcionamiento de los responsables públicos es absolutamente correcto. Conozco a la mayoría de la gente y sé que nadie lleva mochilas ni se le queda nada entre las uñas.
P. Pero los datos declarados se depositan en la presidencia de las Juntas. ¿Quién y cuándo puede controlarlos?
R. Cuando haga falta. [Las declaraciones] están depositadas a disposición de quien la quiera pedir en cualquier momento.
P. Pero el ciudadano sigue con la percepción de que el político busca más el interés propio que el general.
R. Es lógico esa percepción cuando tienes la Operación Malaya, el presunto delito de la delegación de Hacienda de Irún. Eso escandaliza mucho, y con razón. Es lo más grave que pueda hacer un político. Pero yo me rebelo contra eso de que todos son iguales. Si yo mañana me compro dos chalés, todo el mundo se va a enterar. Podemos hacer las cosas bien o mal, pero andamos con la cabeza alta de que no nos hemos aprovechado personalmente del paso por el poder.
P. ¿No es un mal ejemplo que con dinero público se regalen Rolex de 2.600 euros a los diputados forales?
R. ¿Puedes desconectar [la grabación]? (Comenta que es un tema que le ha dolido mucho y que el regalo es una tradición en la Diputación. Pero no descarta reflexionar sobre ello).
P. La construcción de carreteras sigue como una prioridad frente a los atascos. ¿No cree que hace falta una reflexión global para anticiparse al problema?
R. Esa reflexión ya está hecha y compartida con otros grupos. Existe una planificación con las Juntas Generales en un horizonte de 20 años.
P. Pero hace 15 años, cuando se acometieron varias variantes en Bilbao, se decía que acabarían con los atascos.
R. A mí nunca me habrá oído que una obra va a acabar con los atascos, ni lo voy a decir ahora. Sí se pueden aliviar, como con la Supersur, que va a desahogar la A-8.
P. Al ser de peaje, ¿va a haber en la Supersur algún mecanismo para obligar a que vayan por ella los camiones?
R. El tráfico pesado irá por la Supersur. La A-8 se va a considerar una vía interurbana. No creo que haya ningún problema legal, también se hace en otros países.
P. En su discurso de investidura anunció acuerdos con la práctica totalidad de grupos, pero no con ANV. ¿Sólo les excluye a ellos?
R. No excluyo a nadie. Yo soy radical en que, para hablar, está el respeto a los derechos humanos, y el primero es el derecho a la vida. Si alguien considera que no es así, poco tengo que hablar con él.
P. ¿Qué opina de que concejales del PNV hayan renunciado a sus puestos en Ondarroa y Mendexa cuando otros partidos como el PP y el PSE llevan años soportando presiones similares?
R. Todos sabíamos cómo concurríamos en cada municipio. No tomar posesión de los escaños me parece mal, es no asumir una responsabilidad, porque ya sabías dónde ibas. Hay otros concejales electos que están sufriendo violencia de persecución y están aguantando.
P. Si se asiste a un acto del PP y a otro de la izquierda abertzale, se llega a la conclusión de que nuestro país no tiene solución.
R. No sé si tiene solución. Pero mientras exista odio y rencor, mal asunto. Espero que algún día haya arreglos. En sitios con más enfrentamientos que el nuestro, lo están haciendo. Esto no es Belfast.
P. Las elecciones han dibujado un mapa complicado en todo Euskadi. ¿No ve factible a corto plazo volver a los gobiernos PNV-PSE?
R. Nosotros estamos dispuestos a cualquier tipo de pactos. La centralidad política es el PNV, que ha sido capaz de pactar con mucha gente.
P. ¿Es mejor entonces la situación actual de pactos diferentes entre partidos que el esquema de hace 10 años de un acuerdo estable que se extendiera a todas las instituciones?
R. No tengo preferencia por nada. Dependerá de las circunstancias. El hablar de transversalidad, de mayorías abertzales o constitucionalistas, son frentismos. Creo que debemos tener la capacidad de hablar con todo el mundo y llegar a acuerdos con cualquiera, sin exclusiones, que es lo que nos pide la gente.
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