El relato
-¿Y si nos escapamos?
-Yo no me atrevo.
Han pasado siete años. De aquellos dos amigos sólo queda vivo uno: el que no se atrevió a escapar. El otro, Jamal Ahmidan, El Chino, un tipo enclenque y con gafas, utilizó un spray para salir a las bravas del Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid. Había cumplido 30 años, era un camello muy conocido y escondía dos poderosas razones para evitar a toda costa su deportación a Marruecos.
Las autoridades de Tetuán lo buscaban por un caso de asesinato, y Rosa, su mujer, una yonqui a la que se había
ligado ocho años antes en un banco de una plaza cercana al
Rastro, acababa de caer presa. Por si fuera poco, tenían un hijo de cinco años. Al crío le habían puesto de nombre Bilal.
Este reportaje se ha elaborado con testimonios extraídos de las 57 jornadas del juicio del 11-M, del sumario y de entrevistas a personas relacionadas con los implicados. Se centra en la red terrorista tejida por un grupo de fanáticos islamistas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.