"Me gusta jugar con lo accidental y aprovecharlo"
Jorge Drexler muestra sus "incertidumbres" en un recital en el Conde Duque, de Madrid, en el que presenta '12 segundos de oscuridad'
Hace unos años, Jorge Drexler (Montevideo, 1964) corría sobre un monopatín cuando cayó y se desencajó un hombro. Así no podía sostener la guitarra en sus actuaciones. Tenía que sentarse y apoyarla sobre las piernas. Y de ahí nació su costumbre de actuar sentado. "Las veces que he avanzado en un show fue siempre por accidente". El último percance ha sido una fractura de escafoides (el empeine), tras tropezar durante un concierto en Bilbao, hace casi dos meses. Ha tenido que cancelar recitales en México DF y Estocolmo de su gira de presentación de 12 segundos de oscuridad (Dro Atlantic). Pero, de nuevo, va a incorporar la lesión a su show. Será esta noche, en el patio del Conde Duque, en Madrid, donde actúa a las 21.30. Apoyado en una muleta y con el pie escayolado, va a convertir el informe médico en una pieza clave de la función (prefiere no dar más detalles). El cantautor de la voz susurrante, la guitarra y el sampler, el que logró el primer Oscar de Hollywood para una canción de habla no inglesa (Al otro lado del río), vive desde hace unos meses entre El Escorial y el barrio de Chueca, en Madrid. Es un tipo reservado que disfruta dando un paseo en bicicleta por Barcelona.
Pregunta. ¿Cómo va el pie?
Respuesta. Sólo me quedan un par de semanas, pero en vez de suspender más conciertos voy a jugar con mis limitaciones.
P. ¿Cómo lo va a hacer?
R. En el arte, lo primero es conocer tus limitaciones y tratar de aprovecharlas. Todo lo que pasa en un directo (las luces que se apagan, alguien que grita) lo puedes usar a tu favor. Se trata de no esconderlo. Hay que ver cómo una situación así te puede ayudar. Siempre he aprendido de los errores y los accidentes.
P. ¿Qué debilidades hay en 12 segundos de oscuridad?
R. Habla de un periodo de incertidumbre. En vez de sacar algo eufórico que pegase más con el momento mediático de entonces [cuando ganó el Oscar], me parecía más interesante hablar de la falta de la luz de la certeza.
P. ¿Siempre escribe sobre lo que le sucede?
R. Me nutro de lo que vivo, no de lo que me sucede. 'Es muy fácil escribir lo que se vive pero es más complicado vivir lo que se escribe'. Se lo escuché a alguien.
P. Suena bien. Explíquese.
R. Me interesa más entrar intensamente en lo que escribo que escribir sólo de lo que me pasa. Aunque no me pase algo a mí, yo lo puedo vivir cuando lo escribo.
P. ¿De qué no le gusta hablar?
R. De mis seres queridos. Soy una persona muy pudorosa en general. Soy así: lo que no le cuento a los periódicos tampoco se lo explicaba antes a mis padres.
P. ¿Le cansa que le sigan preguntando por el Oscar?
R. Estoy orgulloso de ello, aunque prefiero hablar de otra cosa. Pero tuvo tanta importancia mediática que me seguirán preguntando por el Oscar toda mi vida.
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