_
_
_
_
Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

1.500

Para celebrar su Diario de Patricia (Antena 3) número 1.500, Patricia Gaztañaga fue recibida como siempre: con gritos de "¡guapa!" inducidos por el regidor y unas ráfagas musicales que, en este caso, interpretaron, ahí es ná, La vida es bella. Seis años después de su estreno, el programa mantiene sus principios: acumular testimonios de gente vulnerable y hurgar en sus vidas hasta conseguir emociones susceptibles de atraer a la audiencia. Su horario, proclive a corromper la mitificada inocencia de los menores, lo ha convertido en uno de esos programas que algunos padres procuran prohibir a sus hijos. ¿Es una mala influencia? La verdad es que viendo el debate sobre el estado de la nación (La 2), uno empieza a dudar de qué pecados son peores.

Los sofás del plató han acogido temas aparentemente frívolos y otros más emotivos, tratados con descarado paternalismo formal y sin demasiados escrúpulos conceptuales. El espectador, sin embargo, le ha dado su confianza con una fidelidad que, en términos jurídicos, podría considerarse complicidad. Experiencias transferidas, sociología de una España con cientos de familias desestructuradas (a las que hay que sumar la traumatología de la distancia representada por una importante proporción de testimonios inmigrantes), la exhibición de intimidades ha sido un filón que, el martes, fue celebrado con una selección de casos y reencuentros. El sensacionalismo lacrimógeno ha reemplazado a la emoción y el testimonio a la experiencia. Ya sea un hijo investigando su ADN o un adulto necesitado de cariño, la fórmula se repite y, de vez en cuando, produce alguna bajada de tensión o un desmayo lo bastante trágico para ser carne de zapping. La adaptación de un formato extranjero, pues, ha sido un éxito comercial y de audiencia innegable, un fenómeno capaz de sobrevivir a nuevas temporadas y cambios de dirección. Otra cosa es que algunos padres sigan procurando que sus hijos no lo vean, temerosos de que el piano que ilustra los reencuentros y abrazos perjudique seriamente su estabilidad emocional.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_