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Reportaje:

Ser socialista en el siglo XXI

El aspirante a suceder a Simancas José Cepeda explica sus propuestas a los militantes de la agrupación de Chamberí en su recorrido por las sedes de la región

La pregunta retórica era de José Cepeda, candidato a secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), y que ayer se sometía a examen oral, voluntario, de los militantes en la agrupación de Chamberí. "¿Ser socialista en el Madrid del siglo XXI tiene sentido?", planteó a una audiencia de unas 150 personas, con canas, la mayoría, pero en la que también había una considerable representación de treintañeros.

Era una de las muchas reuniones que ha mantenido en las últimas dos semanas, y que le ha llevado ya a las agrupaciones de Vallecas, Chamartín, Alpedrete, Carabanchel o San Blas, entre otras, para someterse a las preguntas de sus militantes. A calzón quitado.

La de ayer por la tarde fue como el programa Tengo una pregunta para usted, pero sin elegir al público. Y hubo muchas cuestiones: algunas, anotadas en varios folios, otras escondidas entre las múltiples reflexiones sobre lo que le ha pasado al partido, sobre por dónde debe ir, o cómo debe dirigirse a los ciudadanos. Y muchas con intención. Pero todas estaban planteadas con más fe en el proyecto socialista de lo que en principio se podría interpretar del resultado de las urnas el pasado 27 de mayo.

"Hay que cambiar la cara del partido, que hay listas electorales que la gente se sabe como la alineación del Atleti", reflexionó uno de los primeros intervinientes. "Y esto no es ni una ONG ni una oficina de empleo".

"Me preocupa el medio plazo. No las elecciones generales, sino dentro de un año. En ese tiempo entre el congreso extraordinario y el ordinario hay que cuajar un proyecto", decía otro militante. Otro confesaba que le había gustado más el discurso de Tomás Gómez, otro de los aspirantes. Y le planteó a Cepeda: "En el caso de que no ganaras ¿qué riesgo hay de que se vuelva a las componendas para integrar a todos?".

"Hablas de recuperar la ilusión del militante y es fundamental, porque el del PP ya la tiene y la transmite en la calle, en las universidades, en las fundaciones...", advertía otro de los asistentes.

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Cepeda sacaba su experiencia de parlamentario y se defendía bien. Un detalle aquí, una anécdota allá, iba desgranando su mensaje, pero se mojaba. "Me preguntáis cuál es mi proyecto: trabajar. Yo no tengo la razón ni las mejores ideas. Pero a mí siempre me han enseñado en este partido a trabajar en equipo", explicó. Tras la pregunta de por qué no votan directamente los militantes al secretario general, se comprometió a cambiar el método de elección. "Más vale que se equivoquen los 23.000 afiliados que uno solo", apostilló.

Entonces, ¿se puede ser militante en el siglo XXI? "Claro que sí", se respondió él mismo. "Tenemos que hablar claro a la sociedad madrileña y, si es necesario, educarla. Como los socialistas clásicos, que hacían política para transformar la sociedad". La receta: un proyecto de futuro que se diseñe entre todos los militantes. No es un mensaje muy diferente al de los otros candidatos, Gómez y Manuel García Hierro, pero, también lo observó Cepeda: "Lo que nos une es más que lo que nos separa: frenar a la derecha".

Una militante saluda a José Cepeda en la sede socialista de Chamberí.
Una militante saluda a José Cepeda en la sede socialista de Chamberí.RICARDO GUTIÉRREZ

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