"Su vida era andar con la mochila por el mundo"

"Sentía amor por los viajes, la vida y los amigos", afirma el también viajero vasco Josu Iztueta al recordar a Mikel Essery. Pero idénticas palabras valen para Magis Álvarez. Y es que eran almas gemelas que han quedado unidas para siempre por la tragedia. Aunque residía desde hace tiempo en San Sebastián, Mikel nació hace 54 años en Zarautz, el mismo municipio donde nació Magis justo tres décadas después. El lunes, un cruel atentado acabó con la vida de ambos en el mismo lugar: Yemen, cuando compartían su pasión por conocer mundo.

"Su vida era andar con la mochila por el mundo", resume Oihan Etxaniz Calleja, primo de Magis. Hace poco más de un mes se juntaron en una de sus habituales cenas de primos y ella les anunció que se iba a Yemen. "Era consciente de que algo de peligro había, pero al que le gusta viajar... Nunca esperas que te pueda ocurrir algo así", relata impresionado el primo de Magis.

"Había viajado tanto que tenía una visión de la vida muy abierta", dice un amigo de Essery

"Era una persona muy abierta y supercariñosa", insiste Oihan. Y con este espíritu viajó a Uruguay, Argentina y Australia, entre otros sitios. Y si hacía falta ponerse a trabajar para 'sobrevivir', pues lo hacía, como ocurrió en Australia. También conocía diferentes países de Europa, donde practicaba 'con los malabares".

"Era muy trabajadora", subraya Leire Taboada, de 21 años, con la que compartió tarea en el restaurante del Hotel Zarautz durante "unos seis fines de semana" antes de partir hacia Yemen.

"Era una chica con mucha fuerza", que no paraba de formarse "en idiomas y temas relacionados con el turismo". Ahora su objetivo era convertirse en guía.

Por eso viajó a Yemen como ayudante de Essery, uno de los fundadores de la agencia Banoa. Essery "era un todoterreno. Podía ser guía de cualquier destino, ir a él y preparar el viaje", destaca por teléfono, desde Estados Unidos Josu Iztueta.

Nunca llegaron a compartir viaje, pero sí "muchas tertulias" sobre sus andanzas. "Essery había visto tanto, durante tantos años, que tenía una visión de la vida, del mundo y de la gente muy, muy abierta", añadió Iztueta.

Essery llevaba "más de media vida" recorriendo el mundo, de Filipinas a Mozambique, pasando por Brasil, donde conoció a su ex compañera sentimental y madre de sus dos hijos. "Sabía que viajar, además de enriquecerte, supone riesgos. Algunos dependen de la naturaleza, pero cuando es algo que depende de la voluntad de alguien... Eso es muy difícil de asumir", se lamenta Iztueta.