Del asfalto a la montaña

En medio de la naturaleza reapareció, casi 20 años después, Nacha Pop. Lo habían dejado en 1988 en plena ciudad, cuando en Madrid ya ni se hablaba de la movida o, al menos, no tanto como ahora. Un grupo tan de asfalto y garito regresaba en medio de la hierba.

El festival que sirvió de escenario inédito para el ansiado regreso, Músicos en la Naturaleza, que por segundo año se ha celebrado en la localidad abulense de Hoyos del Espino, en la linde del Parque Nacional de Gredos, tuvo la noche del viernes a Los Secretos y a los hermanos Luís y Santiago Auserón, núcleo vital de Radio Futura. Se completó el primer día con Echo and The Bunnymen y Dolores O'Riordan, cantante del grupo irlandés The Cramberries; y el segundo con Los Ronaldos y Pet Shop Boys.

"Aquí estamos de vuelta con vosotros", fue lo primero y casi lo único que dijo Antonio Vega durante el reencuentro de Nacha Pop. "Que sirvan para algo estos 19 años", le contestó Nacho García. Y así empezaron a caer clásicos de la banda con un Vega muy ensimismado y un García expansivo que no paraba de mirar por dónde iba a salir su primo. La dualidad perfecta, ni lucha de egos, ni protagonismos innecesarios.

Toda la atención principal se la llevó Antonio Vega. Su aparente fragilidad y aspecto quebradizo despierta ternura entre sus seguidores. Y se consagró en Gredos como un consumado guitarrista, aparte de ese cantante emocionante que con su hilo de voz aún pone los pelos de punta.